Nueva York .- La Serie Mundial ha entrado en la fase más interesante después que los Mets de Nueva York con el abridor estelar, el novato Noah Syndergaard, lograron la victoria en el tercer partido, pero su forma de lanzar no gustó al torpedero venezolano Alcides Escobar, de los Reales de Kansas City.
Ambos fueron protagonistas en la jugada más polémica del tercer partido disputado en el Citi Field, de Nueva York, y que ganaron los Mets por 9-3, gracias también a la gran defensa que aportaron los metropolitanos con el también campocorto venezolano Wilmer Flores.
Escobar, que en los dos primeros partidos del “Clásico de Otoño» había sido decisivo en la ofensiva de los Reales, en el tercero no lo consiguió ante la gran labor que realizó en el montículo Syndergaard, algo que reconoció.
Sin embargo, a pesar de darle el crédito a Syndergaard por su excelente labor, también mostró su descontento con la forma como arrancó el juego el abridor de los Mets. “A mí no me gustó nada”, comentó Escobar del lanzamiento inicial de Syndergaard que le pasó por encima de la cabeza a una enorme velocidad.
“Hasta por cierto (el jueves) comentó que tenía un plan contra mi agresividad. Pienso que si ese es su plan, es un plan estúpido». Syndergaard rechazó la versión de Escobar y explicó que el lanzamiento se le fue alto y con la potencia que siempre pone, pero en absoluto con la intención de hacerle daño o golpear al pelotero venezolano.
“Ciertamente, no estaba tratando de golpearlo”, proclamó Syndergaard. “Simplemente no quería que se sintiera demasiado cómodo. Si tienen algún problema con mis lanzamientos adentro, me pueden encontrar a 60 pies y seis pulgadas. No tengo problemas con eso». Pero Escobar dijo que si lo que quería era intimidar, entonces lo podía hacer tirando a los pies no a la cabeza. “No creo que ningún lanzador le va a tirar a la cabeza a 98 millas por hora a un bateador en el primer turno del juego”, agregó Escobar.
“Que me la tire a los pies, no a la cabeza». Escobar considera que la acción de Syndergaard no lo sacó en ningún momento de su plan de juego, porque sigue enfocado al ciento por ciento en la importancia de cada juego de la Serie Mundial.
A pesar del incidente, Escobar se colocó a solamente un hit del legendario Derek Jeter, de los Yanquis de Nueva York, para más imparables de un paracorto (22) en la competición de la fase final de las Grandes Ligas. “Para mí va a ser un orgullo si puedo empatar la marca de Jeter y también si la puedo pasar”, valoró Escobar.
Por su parte, el jardinero boricua Alex Ríos, compañero de Escobar, reconoció que el lanzamiento que le hizo Syndergaard no fue el más afortunado, aunque tampoco entró a valorar la intención del abridor de los Mets.
“Eso es algo que él solo debe saber, sus intenciones, pero la verdad como se vio desde fuera no es la mejor manera de hacer un lanzamiento al inicio de un partido”, valoró Ríos que fue el mejor hombre de la ofensiva de los Reales.
Que también tuvieron como protagonista al jugador de cuadro novato dominicano Raúl Mondesí, que hizo historia al ser el primer pelotero novato que debutó como profesional en un partido de la Serie Mundial después que no había jugado durante la temporada regular. “No sentía nervios, estaba normal, tranquilo, porque esto es lo que tengo años haciendo”, explicó Mondesí.
“Hay que darle gracias a Dios por esta oportunidad, hay que aprovecharla”, expresó el joven pelotero. Mondesí se reunirá con su hermano mayor, el jardinero de la organización de los Rays de Tampa Bay Raúl Mondesí Jr, pero su padre, el expelotero estelar que jugó en los jardines del mismo nombre no pudo asistir a su debut por encontrarse en viaje de negocios en República Dominicana.
Mientras que la figura latina de los Mets esta vez fue Flores, el joven pelotero venezolano que en el campocorto jugó una gran defensa y se convirtió en clave cuando los Reales amenazaron con su ataque agresivo y pusieron en dificultades a Syndergaard.
Flores, que sustituyó en el puesto al titular panameño Rubén Tejada, que sufrió la fractura de la pierna derecha durante la serie de división de la Liga Nacional ante los Dodgers de Los Ángeles, ha sido toda una garantía para los Mets.