Escobitas nuevas

Escobitas nuevas

Eusebio Rivera Almodóvar

La costumbre hace ley, pero sería ideal que “la ley se haga costumbre”

Mucho se ha repetido que “la costumbre hace ley” y realizando un ejercicio anagramático me atrevo a enunciar que, en la práctica, lo ideal sería que “la ley se haga una costumbre”.

La presión social al nuevo Gobierno y los afanes de justicia en la ciudadanía, han generado cierto pánico en recientes funcionarios que parecen haber visto señales de seriedad en los actos de los representantes del Ministerio Público.

De ahí que algunos se han apresurado en pedir auditorías y denunciar maniobras fraudulentas de los encargados anteriores de sus posiciones como forma de “curarse en salud”.

Sin embargo, estas actitudes no pueden ser contaminadas con sensacionalismos, cifras abultadas y sin pruebas que coloquen los casos en un camino seguro hacia juicio y condena.

Hay una dicotomía evaluativa al comprobar que el nuevo Gobierno cuenta con noveles funcionarios y representantes a quienes hay que excusarles errores propios de principiantes, a pesar de que muy pocos de esos yerros son realmente excusables porque el pueblo ha dejado de ser analfabeto sociopolítico con todas las marrullerías y tiguerajes de muchos líderes nuestros, maestros en la ciencia del engaño colectivo.

Sabemos que “escobita nueva barre bien” y es de esperarse que se cumpla el adagio con el nuevo Gobierno, pero para una evaluación definitiva lo que importa no es cómo se comienza, sino cómo se termina y lo que se espera de una escoba es que al final de su vida útil haya barrido suficiente basura y conozca todos los rincones como para que motive a cambiarla por otra del mismo material y de la misma marca y así habituarnos a que la ley se haga costumbre.

Para una evaluación definitiva lo que importa no es cómo se comienza, sino cómo se termina

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