Escombros e incertidumbre política en Haití, a la sombra de viejos líderes

Escombros e incertidumbre política en Haití, a la sombra de viejos líderes

PUERTO PRÍNCIPE, (AFP) – Gigantescos basurales humeantes, montañas de escombros y campamentos con cientos de miles de desplazados por el terremoto de 2010 esperan soluciones urgentes de un nuevo gobierno, pero las elecciones del domingo en Haití están bajo una creciente incertidumbre.  

El posible regreso del ex presidente Jean Bertrand Aristide justo antes de la votación del domingo sumó confusión en las últimas horas a unos comicios ya cargados de alto voltaje, con acusaciones de supuestos boicots en marcha y sospechas de fraude en puerta.  

«Bienvenido Presidente Aristide», preanuncia un pasacalles que sus seguidores colocaron en la esquina de la casa del ex mandatario, en el centro de la capital haitiana.  

A unas cuadras del palacio presidencial, completamente derrumbado por el sismo, el frente de la residencia tiene un enorme portón de hierro que mantiene cerrado el predio de grandes jardines y arboledas, donde se espera se instale el ex presidente.  

El eventual regreso de Aristide, un ex sacerdote que mantiene un amplio apoyo entre los más pobres de Haití, es considerado por algunos como una forma de boicot a los comicios, promovido desde el propio gobierno.  

«El gobierno de (René) Preval está intentando que las elecciones no se realicen», dijo a la AFP un reconocido empresario haitiano que pidió reserva de su identidad. 

 «Quieren que venga Aristide y estuvieron a punto de hacer una maniobra para detener a Duvalier y llevarlo a la cárcel, pero no lo han hecho», agregó el hombre de negocios, que dirige una compañía internacional en el puerto de la capital haitiana y tiene fuertes lazos políticos con el gobierno y la oposición.   Aristide regresaría al país el jueves, según informó una persona de su entorno a la AFP bajo condición de anonimato.  

 Su representante legal en Estados Unidos, el abogado de Miami Ira Kurzban, dijo a la AFP que no estaba seguro que el jueves sea el día del regreso del ex presidente haitiano tras siete años de exilio en Sudáfrica.

«No puedo confirmarlo», respondió.   Si se concreta el retorno de Aristide, sería el segundo ex presidente haitiano que reaparece en plena convulsión política luego que el ex dictador Jean-Claude ‘Baby Doc’ Duvalier regresó al país el 16 de enero tras 25 años de exilio en Francia.  

Duvalier fue denunciado por crímenes contra la humanidad y procesado por la justicia haitiana por malversación de fondos, corrupción y asociación para delinquir, pero está libre.  

Michel «Sweet Micky» Martelly, un popular cantante de 50 años, es favorito, pero con una estrecha ventaja en los sondeos para ganar la presidencia sobre la ex primera dama Mirlande Manigat, de 70 años, quien se impuso en una primera vuelta en noviembre cargada de violencia y acusaciones de fraude.  

El nuevo presidente deberá hacer frente a la titánica tarea de reconstruir el país tras el sismo del 12 de enero de 2010 que hizo añicos la capital y dejó 220.000 muertos.  

Partidarios de Martelly discuten los planes a seguir en una sala del «Villa Creole», uno de los hoteles más tradicionales de Haití, que se mantuvo funcionando pese a que tiene varios sectores destruídos por el terremoto.  

«Le estamos pidiendo a la gente que vaya a votar y vigile su voto», dijo a la AFP la estrella haitiana del hip hop Wyclef Jean, que dio su apoyo a Martelly e integra su equipo de campaña.  

El ex líder de la banda Fugees, uno de los haitianos más famosos del mundo, cree que el gobierno de René Preval, hará todo lo posible para evitar un triunfo de Martelly. 

  «Necesitamos que además de la ONU y la OEA, también intervenga Estados Unidos en el control de la situación, si es que no quieren ver otra crisis con miles de haitianos tratando de escapar a Miami», advirtió Wyclef, que se hizo mundialmente famoso cuando acompañó a Shakira en el tema «Las Caderas No Mienten» (Hips don’t Lie).  

 Estados Unidos pidió a Aristide que postergue su regreso para evitar una situación que puede ser «desestabilizadora», y los observadores internacionales ya advirtieron sobre el escenario riesgoso de agitación política que puede gestarse en plena batalla electoral.  

En las colinas de Puerto Príncipe los artesanos haitianos venden cuadros muy coloridos en los que muestran una ciudad en plenitud que ya no existe.

Con campos sembrados, gente trabajando y un monumental palacio de gobierno que no se derrumbó.  

 También se ofrecen retratos de Duvalier y Aristide, dos ex líderes del país que no compiten en las elecciones del domingo, pero están muy presentes.

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