Escritor destaca trascendencia de novela Cien Años de Soledad

Escritor destaca trascendencia de novela Cien Años de Soledad

POR TEOFILO ABREU
La novela “Cien Años de Soledad” de Gabriel García Márquez constituye un ejemplo fehaciente  de que a través de la literatura es posible cambiar la idea que las personas tienen acerca del mundo y sobre todo, acerca de ellas mismas.

Así lo afirmó anoche el escritor y lingüista Manuel García Cartagena al pronunciar el discurso central en el acto de presentación de la edición conmemorativa del 40 aniversario de la obra cumbre del laureado novelista colombiano, y que contó con la presencia de intelectuales, académicos y personas ligadas a las letras.

“Este bello volumen conmemorativo rinde tributo a la obra señera de uno de los narradores hispanoamericanos que, entre 1960 y 1970, dieron inicio al lento proceso de revalorización de nuestras letras hispanoamericanas en la mayoría de los escenarios culturales, no sólo del occidente, sino de todo el mundo”, expresó.

García Cartagena afirmó que con la publicación de Cien Años de Soledad, en 1967, quedó por fin ampliamente confirmado el talento de un escritor a quienes sus homólogos y algunos críticos penetrantes le venían siguiendo los pasos desde la publicación de “El coronel no tiene quien le escriba, una novela publicada en 1961.

Señaló que al narrar la historia de la familia Buendía, García Márquez alcanzó a darle una expresión perfecta a las obsesiones sobre las cuales venía trabajando desde sus primeros relatos publicados a partir de 1947

“La historia es en sí uno de los tópicos recurrentes en su narrativa de ese período, pero él la asume desde una perspectiva pesimista. En el caso de que exista, la historia no sirve para nada, y el tiempo pasa en vano”, dijo el escritor.

“En Cien Años de Soledad, esa concepción fatalista de la historia domina  la representación, no sólo de los personajes, sino del propio marco narrativo, mientras el autor nos va tejiendo una vasta exploración histórica de las sociedades humanas, a través de una larga serie de la casa, la familia y el pueblo, según el triple esquena historicista de génesis, desarrollo y apocalipsis”, explicó.

García Cartagena indicó que en su novela, García Márquez hace aflorar con una fuerza estrepitosa la conciencia del mestizaje que las élites colombianas en particular, y las caribeñas en general, han intentado siempre negar.

“Los Buendía, atraídos fatalmente por la carne de su propio linaje conforman una élite pueblerina que rechaza la renovación de la vida y se niega a mezclar su sangre con la de los demás. Rechaza el ciclo vital, y su soledad es el otro nombre de la incapacidad de vivir el tiempo de todos  y de darle vida”, apuntó.

Por su lado, el presidente de la Academia Dominicana de la Lengua, doctor Bruno Rosario Candelier, resaltó la conciencia lingüística  exhibida por García Márquez en todas sus obras, la cual se despertó desde niño, cuando su abuelo, por quien fue educado, le enseñó a buscar en el diccionario cada palabra que desconocía.

“Dentro de ese mismo factor es importante señalar el conocimiento de la lengua propia del país donde uno crece. El se empapó de la manera de hablar del colombiano, y la ha reflejado en su escritura. De alguna manera asimiló los patrones de su lengua”, apuntó.

En el acto hablaron, además, el académico Ramón Emilio Reyes; la directora de Alfaguara, Ruth Herrera y el poeta Jaime Tótem Brache. También estuvieron presentes los escritores Víctor Villegas y Manuel Núñez.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas