Los jóvenes prefieren los medios electrónicos a la lectura de literatura, afirmó anoche el narrador puertorriqueño Juan Antonio Ramos en su conferencia «Un escritor vivo».

Invitado por la Fundación Corripio, Ramos, Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil 1997, dijo que no conoce muchos jóvenes que tengan la lectura como pasatiempo, incluyendo sus dos hijos adolescentes.

Expresó que los jóvenes prefieren el cine, la televisión o el Internet al libro e indicó que existe un número considerable de lectores que patrocina una buena cantidad de las obras de ficción que las editoriales imprimen.

Haciendo gala de un fino humor, el autor de «En casa de Guillermo Tell», «Torre de Papel» y «El Jockey», consideró que la buena literatura no tiene que estar reñida con el éxito comercial.

Expresó que la publicación de una obra por parte de una multinacional española, no necesariamente garantiza la internacionalización de la novela y su autor.

Criticó que a pesar de la globalización, existe un aislamiento de la distinta literatura latinoamericana y que por eso, los puertorriqueños saben muy poco de lo que se publica en la República Dominicana.

Ramos leyó un fragmento de su novela «El libro de la rabia», rechazada por una editorial española.

Indicó que los libros que publican las editoriales españolas proyectan un español internacional “aséptico”, que prescinde de los vocablos regionales.

Explicó que la literatura que depende de la moda para ser leída pasa al olvido muy pronto, porque es desechable, como los periódicos o kleenex.

Consideró que mediante la actividad creadora, el literato promueve la vida y recuerda que «estamos hechos para soñar, sentir y amar».

Recordó que su vocación literaria nació de su insatisfacción con un mundo defectuoso y mal hecho.

«La creación literaria es una tentativa para corregirlo, añadiendo- mediante la palabra al servicio de la imaginación -nuevas dimensiones o vivencias a esa realidad deficiente», dijo.

Sostuvo que el escritor presta su voz a los personajes que crea, como el médium presta la suya para que los espíritus se manifiesten e indicó que la creación literaria permite al escritor soñar sin inhibiciones, censuras ni represiones.

Dijo que el cuento es el género literario que más lo ha dado a conocer. Lo definió como soñar una vida a la que se le eliminan los momentos aburridos.

Recordó que ver películas desde pequeño le enseñó la regla de oro de los buenos guiones cinematográficos que valora la concreción, la justeza, la economía y la agilidad narrativa. Se inclina en que el final del cuento sea sugerente.

Considera que la tecnología más avanzada no posee el alcance ilimitado de la imaginación humana, por lo cual la mayoría de las adaptaciones que el cine realiza, es de obras literarias exitosas.

En la presentación, el narrador José Alcántara Almánzar, asesor de la Fundación Corripio, señaló que Ramos es uno de los escritores sobresalientes de su generación, quien ocupa un lugar de primera fila en la literatura puertorriqueña contemporánea.

Planteó que la obra de Ramos se caracteriza, desde sus inicios, por su coherencia y plasticidad, su desbordante humor en la interpretación de la vida cotidiana de Puerto Rico y su inigualable dominio del lenguaje coloquial.

En tanto, Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la Fundación Corripio, resaltó la presencia del escritor puertorriqueño en el país.

A la conferencia asistieron Alcántara Almánzar, Pilar Albiac, subadministradora de HOY y el Nacional y el empresario Manuel Corripio, entre otras personalidades.