Escritoras y artistas del Caribe

Escritoras  y artistas del Caribe

Hemos concluido todo un proceso de investigación en el marco de dos seminarios sobre el Caribe, auspiciados por el Centro León de la ciudad de Santiago, en el que presentamos una serie de planteamientos apoyándonos en “la identidad” desde una perspectiva analítica de la creación literaria femenina y también desde las artes plásticas y visuales, trabajando los temas a partir de las transversalidad comparatistas.
Los procesos investigativos se manejaron con la interacción muy participativa y colaboradora de cada estudiante participante en el taller, pues de un sábado a otro, estos y estas escogían un tema que profundizaba durante la semana para traerlo al grupo el siguiente sábado y así llegamos a síntesis compartidas y analizadas en conjunto.

El tratamiento de la narratología en la novelística de las intelectuales Maryse Condé de la isla Guadalupe, de Barbados, Jamaica Kindcaid, nos convocaron a observar la relación al tiempo en un concierto narrativo donde el presente se conjuga permanentemente envuelto en la memoria y la conciencia de la Historia, desde la perspectiva de la memoria femenina de la mujer esclava.
Tanto en la obra de Condé, titulada “Yo Tituba”, como en la “Autobiografía de mi madre”, de Jamaica Kindcaid, se evidencia una perspectiva dramática y trágica que va más allá de la conciencia política y de la rebelión colectiva.

Cada escritora tiene su tratamiento del origen, para Maryse Condé el lazo está estrechamente ligado a África y nos evoca toda la trayectoria de Tituba en la búsqueda de “su yo”, referido permanentemente al sistema esclavista.

El caso de Jamaica Kindcaid es interesante analizarlo desde la óptica autobiográfica, que significa de hecho que lo que importa en la trama de escritura de estas dos mujeres es el testimonio individual frente a la memoria colectiva. La historia de Kindcaid, se sitúa en Dominica a principios del Siglo XX, y es narrada por Xuela, personaje femenino, cuya madre ha muerto al nacer. “Mi madre murió en el momento en que nací, así que durante toda mi vida no hubo nada que pudiera interponerse entre la eternidad y yo… y más adelante… empecé a sentir que había estado en un precipicio toda mi vida, que mi pérdida me hacía vulnerable, insensible, incurable”… Estamos frente a la reconstrucción del ser en el dolor, toda la “Autobiografía de mi madre”, gira en la pérdida, pues, la madre era amerindia, y se mantiene como símbolo de la civilización perdida, en la que el personaje de la hija vive una cruel desolación al límite de un gran desequilibrio síquico cuya maternidad imaginaria desencaja con la tradición y la seguridad que ofrece la figura femenina de una madre.
Este punto nos llevó dentro del grupo del taller-seminario a reflexiones compartidas sobre la figura de la madre y de la maternidad en las sociedades caribeñas, pues en otras escritoras como Giséle Pineau, de Guadalupe, tenemos la visión de la separación maternal pero sustituida por la abuela, figura matriarcal que acoge y cría a los nietos y los envuelve de protección en ausencia o pérdida de la madre.

Con Giséle Pineau abarcamos el contexto migratorio de las familias esparcidas por la partida hacia orillas salvavidas, que responden a la realidad del destierro, como es el caso en la obra de Julia Álvarez, compartiendo en su obra titulada “En el tiempo de las mariposas”, la reconstrucción de la familia en una nación y una cultura ajena.

Los procesos de integración de las niñas en las dos escritoras una de origen antillano francófona, y la otra dominicana cuya familia emigró a Estados Unidos estando Julia Álvarez muy pequeña. Nos presentan en escenarios diferentes, así como los mecanismos de incorporación a nuevas realidades síquicas y socio-culturales.

Es interesante analizar a cada una de las niñas y evidenciar la relación con la memoria del lugar perdido de su origen y las aventuras y anécdotas del reencuentro. Con Giséle Pineau y Julia Álvarez, intercambiamos miradas transversales de los procesos y de los mecanismos de la doble pertenencia cultural.
Con la literatura femenina del Caribe y con estos ejemplos identificamos el valor de la narratología como referente de los testimonios humanos en los mecanismos de desenvolvimiento con el origen y la movilidad de los valores culturales y éticos que proceden de las dinámicas migratorias.

Cuando abarcamos las interferencias temáticas entre la literatura y las artes plásticas, observamos en artistas como la martiniqueña Valérie Jhon, su relación con África, en cuanto al referente formal de ejecución, pues trabaja formatos libres de marcos y límites, como si fueran los paños de tela africanos ancestrales, reivindicando como ella misma lo define que se viste de su origen africano para mejor entender su antillanidad… El paño africano en este caso es también un símbolo portador y protector de maternidad, pues es en el que las mujeres llevan o cargan a sus hijos. Aquí, Valerie Jhon comparte con la escritora Maryse Condé la relación con África como “tierra madre”, como también lo hace la poeta cubana Nancy Morejón en su poema:

“Mujer Negra”
Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar
La noche, no puedo recordarla.
Ni el mismo océano podría recordarla.
Pero no olvido el primer alcatraz que divisé.

La artista visual haitiana Bárbara Prézeau, residente en Francia, lleva en su obra el ejercicio de la memoria espiritual y sincrética que trabaja con el referente de los códigos visuales de los altares del vaudou, haciendo de sus imágenes una celebración al origen desde un campo exploratorio del recurso del objeto ceremonial como las banderas guédés y los colores índigo y blanco del simbolismo de las celebraciones.

La apropiación de los códigos y de los signos de las celebraciones espirituales del vaudou, del sincretismo de la santería responden a una estética mágico religiosa manifestada en la pluralidad de los géneros creativos de las mujeres artistas caribeñas que se expresan tanto en la música como en la literatura y en las artes plásticas y visuales.
Hemos llevado más de un taller sobre todas las tranversalidades comparatistas entre los diferentes soportes de creación, y en el caso de la dominicana Xiomara Fortuna se evidenció una coherencia entre su textualidad vocal y su yo- cuerpo figurativo, escenificando sus presentaciones como un desafío de performances donde la fusión musical se perfora en la fusión corporal.

También lo compartimos con la figura de la dominicana Rita Indiana, entendiendo que existe una forma de complicidad narrativa entre la canción, su interpretación y su vocalización. Aplaudimos colectivamente dentro del grupo del seminario que en el fondo Rita Indiana es una cuentista oral que proyecta en sus canciones, es una escritora que pone música a sus textos… Dejamos abierto con ella la relación de la música con la literatura y las artes contemporáneas, con la perspectiva de seguir indagando la transversalidad de los lenguajes creativos de las mujeres del Caribe.

Seguiremos en próximas entregas con esta experiencia conducida por quien escribe, e incorporada en el sentido literal de que ha tomado cuerpo y vida, gracias a los estudiantes y público participantes a quienes transmito toda mi satisfacción por su enérgica y eficiente colaboración. La creación contemporánea en sus múltiples facetas son un espacio exploratorio de las problemáticas humanas con un valor especial en todo el Caribe. Continuaremos investigando… y compartiendo.

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