Escritos en Swahili

Escritos en Swahili

Con el tema de la identidad del hombre dominicano se ha formado un revoltijo incontrolable. Desde hace años asistimos a la reyerta estúpida entre hispanistas y africanistas o, si se quiere, entre negristas y blanquistas. Los dominicanos somos negros y blancos a la vez, pues la mayor parte de nuestra población es mulata. Mal hacemos al promover una “guerra” en el interior de cada uno de nosotros. Por eso escribí, hace muchos años, “La guerra civil en el corazón”, un ensayo en el cual explicaba el terrible error que es confundir raza y cultura.
En el África bajo influencia árabe hay negros puros que hablan el árabe, son mahometanos, usan ropa árabe, tienen costumbres árabes, esto es, cultura árabe. Pero su piel es negra. Esto también ocurre con la raza amarilla en el continente asiático. Los chinos, los japoneses, los coreanos, son todos de raza amarilla; pero sus culturas respectivas son diferentes. En “La guerra civil en el corazón” señalé los inconvenientes de vivir con una “personalidad fracturada”. Las guerras civiles comienzan en las almas de los ciudadanos… mucho antes de que alcancen a las sociedades sus efectos demoledores.
Es evidente que no somos “blancos de verdad”, como los suecos y los noruegos; somos negros, mulatos y blancos, de cultura hispánica. Hablamos una lengua europea y en ella discutimos, acaloradamente, alrededor de la hispanidad y la africanía. Hasta ahora no he visto el primer escrito sobre el tema redactado en swahili. Profesores jóvenes pelean en español, vestidos con saco y corbata. Ninguno de ellos lleva en el cuello un colmillo de león. Si admitimos que el merengue es un producto de arte musical típico de la cultura dominicana, veremos que la melodía es hispánica y el acompañamiento es africano.
El “perico ripiao”, el conjunto musical básico de la RD -tambora, güiro y acordeón-, significa la reunión de lo africano, lo taíno y lo europeo. Es una síntesis. Cuando se escuchan las discusiones entre blanquistas y negristas podría creerse que los dominicanos ya existían antes del descubrimiento de América; que los españoles “invadieron” una república o un reino dominicanos. Negros y blancos son dos razas extranjeras que habitan esta isla como resultado del descubrimiento… (Pecho y Espalda 2003).

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