TIEMPO DE VIVIR: Escuchar Escuchar

TIEMPO DE VIVIR: Escuchar  Escuchar

La pasada semana, el segundo día de un seminario de ventas, les pregunté a los participantes al llegar sobre alguna experiencia que hubiesen tenido con las nuevas aptitudes adquiridas el día anterior.
“Escuché a mi marido” dijo una dama apresuradamente. “Él me contó de un problema que estaba teniendo en el trabajo y no le interrumpí. Luego conversamos y buscamos soluciones”.
Nos contó lo sorprendidos que estaban de cómo la comunicación cambió solo con aplicar la escucha activa.
Enseñar a las personas a escuchar sin interrumpir es una tarea que requiere de evadir muchos obstáculos. Las personas me insisten que estar callados escuchando no es lo mejor para las relaciones. Muchos consideran que eso no es comunicación.
Con dinámicas les demuestro que la paciencia al escuchar es una inversión que trae grandes beneficios.
Aunque los hombres y las damas somos diferentes al comunicarnos y al enfrentar los problemas, la evolución de la sociedad nos hace cada vez más parecidos.
Antiguamente el hombre pasaba mucho tiempo solo mientras cazaba; la mujer pasaba mucho tiempo en compañía mientras recolectaba o socializaba. Los cerebros se desarrollaron diferentes y durante cientos de miles de años fue muy parecido.
Los últimos 70 años han dado un giro vertiginoso a las comunicaciones entre las personas. Las damas ya hacen trabajos que enfrentan problemas mucho más diversos y complejos a los que eran típicos de un ama de casa de la primera mitad del siglo pasado.
Los hombres ya no hacen trabajos solitarios, ahora tienen que usar la comunicación todo el tiempo para lograr objetivos.
Una mujer antigua le hablaba al marido y él apenas respondía. Nunca le contaba sus problemas, pues consideraba que ella no podía ayudarlo. Mientras que ella le contaba los de ella para conversar… aunque los tuviera resueltos. En esta época vamos cambiando, pero necesitamos entender al otro género para conseguir lo que queremos. El hombre debe compartir más sus preocupaciones, y la dama debe dejarlo expresarse hasta el final.
El hombre debe escuchar a su pareja activamente, sin darle soluciones apresuradas, llegando al fondo del asunto para entre los dos lograr lo mejor. La comunicación asertiva requiere de paciencia. Debemos invertir un gran esfuerzo en quedarnos callados para recibir el mensaje completo y con esa valiosa información tomar la decisión requerida… o simplemente conversar.

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