La ciudad de San Pedro de Macorís cuenta con varios edificios antiguos, entre los cuales hay varios  de una notable particularidad arquitectónica.

Otra vez trasladándome hasta allí, me detuve a contemplar el curioso edificio número 120 de un solo nivel existente en la calle Sánchez, construido a principios del siglo XX, el cual se levantó para instalar el Centro Español de esta urbe.

Por esta razón, centralmente están colocadas las letras de su nombre  en bajo relieve debajo del friso, elemento horizontal que forma parte del cornisamento, situado sobre el arquitrabe, o sea en la parte superior del entablamiento, entre el decorado hecho por molduras formando gruesas cintas colgantes unidas con un lazo.

El remate de la fachada lo ocupa un frontón, cuyos bordes debajo poseen una hilera de pequeñas ménsulas, soportes, adornadas con hojas, y también dentículos. Éste  encierra un blasón heráldico español, o sea, un escudo con sus cuatro cuarteles tallado en grueso alto relieve. Lo cubre  una corona y, simbolizando jerarquía, lo bordea una cadena en cuyos laterales se incluyen dos elementos redondos verticales unidos a  éstas.

Toda la extensión frontal del edificio consta de un pórtico con amplias luces de arcadas, las cuales están sostenidas por dos columnas paralelas compuestas, combinación de los órdenes jónico y corintio, propia del romano tardío, de capiteles decorados.