Escudos heráldicos en
monumentos citadinos

<P>Escudos heráldicos en<BR>monumentos citadinos</P>

SEGUNDO ANTONIO  VÁSQUEZ
s.vasquez@hoy.com.do
La zona de intramuros tiene monumentos de trascendencia histórica que presentan curiosas formaciones de escudos.

La parte superior de la Puerta de San Diego posee cinco escudos heráldicos. El más grande, colocado al medio, lo forma un águila de dos cabezas abriendo las alas cubierta con una corona imperial. Sus cuatro cuarteles tienen los emblemas de las distintas posesiones del Emperador. Este blasón  sostiene un collar de la Orden del Toisón de Oro, con la figura del vellocino colgado de un eslabón.

En los del lado norte, está el que corresponde a la ciudad de Santo Domingo, cuyos cuarteles tienen dos leones, divididos por una llave, y una cruz en el campo del bienaventurado Santo Domingo cuyo remate es una corona imperial.

Le sigue el formado por las dos columnas de Hércules, unidas por una cinta con la inscripción “Plus Ultra”.

En los del lado sur está el escudo de la Cruz de Borgoña, formado por dos bustos cruzados en equis, conectados por un eslabón del collar del Toisón de Oro. De él cuelga el vellón de carnero y en la parte superior tiene una corona.

El que le continúa está formado por  una banda atravesada en cuyo contorno hay casetones que encierran dos cabezas de dragones, una orla, castillos, leones, yugos y una flecha.

En las ruinas del antiguo monasterio de San Francisco, hay -en la parte superior del marco de la entrada  lateral del convento- un inigualable cordón de estilo plateresco tallado en piedra, que en cada lado forma un círculo del que cuelga un nudo con flecos, y al centro se une a otro más ancho que encierra el escudo franciscano.

Templo

San Lázaro

Así mismo,  la capilla lateral de planta cuadrada que hay dentro del conjunto arquitectónico del otrora templo de San Lázaro,  está cubierta por una bóveda de crucería, la cual -en la piedra principal que cierra el arco- encierra un emblema tallado en piedra que tiene en grueso altorrelieve el cuerpo de San Lázaro y el perro lamiéndole las heridas, y está rodeado por una aureola del mismo material.

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