Escuela Historia UASD atacada y defendida

Escuela Historia UASD atacada y defendida

Tres profesores de historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, uno de ellos miembro del Subconsejo Directivo de esa Escuela, revelaron irregularidades existentes en el departamento, como respuesta a la denuncia publicada en Areíto sobre el resultado de las pruebas a egresados de la academia que aspiraban ganar un concurso de ayudantes de profesores de esa asignatura.

 Al mismo tiempo, mostraron indignación y desacuerdo con el informe. Uno  dirigió ataques personales a Emilio Cordero Michel, firmante de la carta junto a Jaime de Jesús Domínguez, Dioris Antigua y Ana Daisy García.

 También reaccionó a la publicación Kelvin Mejía, uno de los rechazados.

 Teodoro Viola, Nelson Díaz y Alejandro Paulino, se mostraron airados o ecuánimes en el análisis de la realidad interna de la sección de Historia y Antropología de la UASD.

 Paulino dijo estar de acuerdo con las observaciones en cuanto a que a la escuela de historia de la UASD “están ingresando muchos profesores que no están en capacidad de enseñar historia, aunque existen excepciones”.

 El historiador, autor de varios textos y catedrático de la Autónoma durante 18 años, manifestó que la realidad del concurso “es una oportunidad para que se revise la situación de la Escuela en todos los sentidos, pero especialmente en lo que tiene que ver con el reclutamiento del personal académico, debido a que se le está dando más importancia a las relaciones personales, partidarias y políticas universitarias y no al conocimiento”.

 “Hay profesores en el departamento de Historia, por suerte muy pocos, que no pueden explicar una coyuntura histórica ni siquiera reciente, porque no son historiadores, no saben de historia”, agregó. Reclamó “un debate interno sobre lo que está pasando en la Escuela de Historia” y sugirió que la Academia Dominicana de la Historia “asesore en el proceso de saneamiento”.

 Para Alejandro Paulino  el problema “es más profundo de lo que han planteado los firmantes. Se ha dado el caso de que concursantes saben de antemano las preguntas que se le van a hacer. También de funcionarios de departamentos que sugieren a los ganadores”.

 Teodoro Viola, por su lado, definió el informe como “superficial y coyuntural”.  Es licenciado en Educación mención Ciencias Sociales, con maestría en Historia, profesor y coordinador de la cátedra de historia de América y pertenece al Subconsejo directivo de la Escuela de Historia de la UASD, donde labora desde hace 12 años, impartiendo 40 horas semanales de docencia.

 No es partidario de que el departamento sea cerrado, sino intervenido por el decanato de Humanidades. Analítico, conocedor de los estatutos y reglamentos de esa sección, consideró que el documento publicado en Areíto “no respetó el honor de algunos académicos que han hecho significativos aportes a la sociedad y a la historia dominicana”.

 Señaló que algunos de los firmantes de la misiva “son co-responsables de la situación denunciada”. La maestría en historia, añadió “tiene tres promociones bajo la misma coordinación y no sé si otro organismo de la UASD sabe sobre el seguimiento a los egresados, si se han evaluado los programas, porque la estructura a que pertenezco no tiene noticias al respecto”.

 “El director de la Escuela de Historia Dominicana, Dioris Antigua, lleva aproximadamente tres años en esa posición, y si tiene programas y proyectos en procura del mejoramiento de ésta, son a título personal, no institucional, algo que también desconocemos”, significó.

 Añadió que el problema se le quiere atribuir exclusivamente a la Escuela de Historia y a la UASD “cuando abundan diagnósticos de organismos nacionales e internacionales que reflejan la realidad del sistema educativo dominicano”.

Un problema ético.  Teodoro Viola significó que la carta publicada en Areíto revela “un problema ético, violatorio del Reglamento de Ingreso, Evaluación y Recurso del Personal Docente”, contenido en la resolución 04-103 del 19 de noviembre de 2003.  Leyó los artículos 16, 17 y 36, que comentó. En cuanto al primero manifestó que el Consejo Directivo no fue apoderado de esos resultados, que él se enteró por el trabajo de HOY. Los otros, alegó, no se tomaron en cuenta.

 No pone en duda la capacidad de las personas que “aunque de forma irregular actuaron como jurado, porque está probada. Pero desconocíamos, como institución, el destino de las evaluaciones”. Agregó que su opinión en torno a los profesionales examinados podría ser subjetiva porque ignora los criterios evaluativos empleados.

 Sin embargo, entiende que en la Escuela de historia de la UASD, como en otras, “existen problemas en la formación docente, en los programas y pensums obsoletos”. Enfatizó que el contexto socio-económico y cultural, la extracción de la población estudiantil, amerita  un tratamiento profundo, “no la simple denuncia”. Reconoció, empero, que la Escuela de Historia ha perdido dinamismo. “Por ejemplo, el Subconsejo directivo sólo ha sido convocado una vez por año”. Dijo que la denuncia es una oportunidad para “reconsiderar y producir transformaciones importantes” en el departamento.

 Denunció otras irregularidades, como que la Escuela ha perdido espacio en el debate de los temas históricos y expuso su propio excepcional caso de docente de 40 horas que no le permite investigar, actualizarse, publicar.  Nelson Díaz fue cáustico en sus pareceres sobre el jurado. Dijo que como desconoce las preguntas no tiene elementos de juicio para determinar la eficiencia de los concursantes y que la carta tiende a exculpar al Estado dominicano de la deficiencia del sistema educativo. Consideró “superficial” el reporte y dijo que no se puede plantear el cierre de una Escuela teniendo como premisa un concurso de ayudante de profesor.

 Reveló conocer a Quisqueya Lora y Fanny Capellán, aprobadas, y preguntó: “¿Cómo justificar esas buenas notas siendo ellas también egresadas del departamento de Historia? Obviamente evidencia una incoherencia en el planteamiento del informe”.

 “Por otra parte, la formación académica de Emilio Cordero Michel es de abogado, entendemos que no tiene estudios de pedagogía sobre la enseñanza de la historia. Además, su producción historiográfica es sumamente limitada, por consiguiente, podría cuestionarse su calidad para demandar el cierre del departamento”, declaró Díaz,  licenciado en Ciencias Sociales y Derecho, con maestría en Historia Dominicana. Es catedrático de la UASD desde 1981,  y autor de dos libros sobre historia y filosofía.

 La reacción de Kelvin Mejía se publicará en una segunda entrega con la denuncia de lo que fue la prehistoria de ese debatido concurso.

En síntesis

Admiten fallas, pero…

Indignados profesores que expresan desacuerdo con los criterios de Emilio Cordero Michel al que describen como abogado “sin estudios de pedagogía sobre la enseñanza de la historia. Además su producción historiográfica es sumamente limitada.” Dudan de su calidad para demandar cierre de un departamento de Historia.

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