POR CARMEN MATOS
Más de 200 niños y jóvenes de las zonas más empobrecidas del sector Capotillo de esta capital, se quedan fuera de las aulas cada año escolar debido a que la escuela básica Florentino Santana, única del área, colmó su capacidad, alcanzando los 250 alumnos.
Los intentos de las maestras por impartir docencia no son suficientes en medio de las cuatro aulas con que cuenta el plantel y que están apenas divididas por murales.
La situación provoca que durante la jornada de clases los cursos, que albergan 32 estudiantes cada uno, se mezclen entre sí originando un caos.
En medio de las carencias, las cuatro profesoras que funcionan en las dos tandas de docencia, se pasan el día trayendo alumnos de un lado a otro.
Así lo informó la directora del centro, María Viloria, quien detalló que la edificación también funciona como un club cultural durante los fines de semana.
Como si todo esto fuera poco, cada vez que llueve el personal docente se ve obligado a suspender la docencia debido a que el techo de zinc está casi totalmente agujerado.
A estas precariedades se agregan las malas condiciones de los baños y la ubicación de las ventanas que accesan directamente a la cocina de una vivienda vecina, por lo que cada vez que cocinan los fuertes olores interrumpen la clase, apuntó.
Así los archivos del estudiantado funcionan en dos armarios en mal estado y no existen oficinas administrativas.
La maestra destacó que han solicitado a la Secretaría de Educación que reubique el plantel en varias ocasiones.
DOCENCIA LIMITADA
La presidenta del Consejo para el Desarrollo de Capotillo (Condeca), Reyes Dannerys Eugenia, explicó que debido a las carencias de espacio, la educación sólo alcanza al sexto curso de primaria y los niños tienen que ser lanzados a las calles a recibir su hora de recreo, con lo que se exponen a graves peligros y se enfrentan a la delincuencia, dijo.
Sostuvo que las barriadas cercanas al plantel son las más vulnerables a condiciones de extrema pobreza, consumo de drogas y delincuencia, entre ellas citó a Los Indios, El Manguito, La 42, La Rampa, Callejón Sin Camisa, Los Coquitos, La Zursita.
La película los salvó
La directora del centro confesó que las condiciones en que se imparte la docencia no son peores porque el equipo estadounidense que rodaba la película Miami Vice en el sector durante el año pasado les acondicionó el local instalándole ventanas y renovando el piso de tierra que antes tenía.
Dijo que también pintaron el local, remodelaron los baños, reforzaron el techo y donaron los abanicos que utiliza.
De tripas corazón
Con esta frase definieron las maestras la forma en que se empoderan para impartir docencia en medio de las lamentables condiciones.
Afirmaron que los niños no aprovechan los contenidos académicos, porque se les dificulta mantener la concentración en medio del calor y el bullicio que traspasa de uno a los demás niveles.
Eugenia apuntó que a pesar de que la cartera educativa inauguró dos nuevos centros educativos en el sector durante el pasado mes de septiembre, muchos padres no envían en sus hijos, porque se encuentran relativamente alejados de las referidas barriadas y significa una exposición aún mayor a los peligros.