“La masacre de La Saline no puede quedar impune”, agregó el informe/Foto de archivo. Fuente externa.
Puerto Príncipe, .- Las escuelas continúan cerradas en Haití después de casi dos semanas de protestas y movilizaciones en reclamo de la renuncia del presidente del país, Jovenel Moise, pese al llamado del Gobierno para que los estudiantes y la ciudadanía se reintegrarán este lunes a sus actividades.
El Gobierno llamó ayer a la población a incorporarse a las actividades este lunes e instó a las instituciones a cargo de la seguridad pública y nacional, en particular a la Policía Nacional, proteger vidas y bienes “para acompañar este retorno a la vida normal». Sin embargo, varios sectores opositores han anunciado nuevas movilizaciones para esta semana.
La incertidumbre y la tensión que vive el país explica que los alumnos decidieran permanecer es sus casas, mientras que varios grupos de estudiantes anunciaron protestas contra Moise.
En la capital, Puerto Príncipe, sin embargo, hay mucho más actividades que el fin de semana, cuando hubo una especie de tregua, que permitió a los haitianos salir a comprar agua y comida, Los bancos, las estaciones de combustibles y muchos negocios volvieron a abrir sus puertas, tras estar cerrados estos días a causa de los saqueos, que ocasionaron grandes pérdidas.
Haití es escenario de violentas protestas desde el 7 de febrero, fecha del segundo aniversario de la llegada al poder de Moise, en medio de una severa crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por los fallos en el suministro de electricidad derivados de la escasez de combustibles.
La noche del sábado el primer ministro de Haití anunció en un discurso a la nación una serie de medidas para tratar de paliar la crisis económica y luchar contra la corrupción en un intento por bajar la tensión política de los últimos días.
Entre las medidas anunciadas por Céant figuran la reducción de los precios de los alimentos, la discusión con el sector privado de un posible aumento del salario mínimo, así como la reducción de un 30 % del presupuesto de su oficina, que espera que sea replicado por la Presidencia y el Parlamento.
En su mensaje, y tras reconocer que la corrupción es uno de los mayores problemas que enfrenta el país, el primer ministro prometió que se determinará el destino de los fondos de Petrocaribe y se ampliará la investigación sobre este caso, otro de los reclamos de los manifestantes.
“Necesitamos dar ejemplo con las personas que robaron el dinero de Petrocaribe”, subrayó. Una auditoría presentada a comienzos de febrero por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa y señaló a quince exministros y actuales funcionarios como involucrados en el asunto, así como a una empresa que dirigía Moise antes de llegar a la presidencia.