Hoy 
Las debilidades y lagunas que tienen los médicos egresados de las universidades nacionales se arrastran desde la educación básica hasta la formación con programas desfasados y profesores con serias deficiencias.
Los doctores Bernardo Defilló, Héctor Mateo y Clemente Terrero aseguraron ayer que, en sentido general, el médico es formado de manera incoherente para una sociedad que ya ha superado ese modelo de servidor.
Para el doctor Defilló, el médico que forman las universidades es amigo del dinero, mientras que para el doctor Mateo esa situación se relaciona con la misma sociedad de consumo y superficialidad que prima en la actualidad.
Se forma al médico alejado de todo criterio ético profesional y con marcado perfil mercurialista.
Considera que el modelo de formación de los médicos no es coherente con el cambio de la sociedad, hay retrasos en el pensum y desajustes en las materias con relación al tipo de médico que necesita la sociedad.
El ex superintendente de Salud insistió en que el médico está alejado de la tecnología y su formación se dirige al modelo de asistencia y curación, dejando de lado la prevención y la integración. Considera que se le forma como licenciado y se entrega a la sociedad como si tuviera un doctorado; está alejado de la sociedad y de la misma tecnología universal.
Desde lejos. El doctor Mateo aseguró que la deficiencia en la formación del médico comienza desde la educación básica, las pruebas nacionales hasta la carrera misma de la universidad.
A su juicio, es importante poner atención a las palabras de la ministra de Educación Superior en torno a que no se sigan abriendo centros regionales, en donde no se formen recursos humanos.
Indica que se necesita preparación adecuada y que los médicos sean recertificados, que es un estándar de calidad que se usa en países desarrollados.
Competencia. El doctor Clemente Terrero consideró que las deficiencias en el modelo que forma a los médicos en las universidades es una realidad. Cree se debe ser más competitivo.
