Escuelas nocturnas afectadas por los apagones de cada día

Escuelas nocturnas afectadas por los apagones de cada día

Las jornadas de docencia de muchas escuelas y liceos nocturnos de la provincia Santo Domingo se han visto seriamente reducidas a causa de la deficiencia del suministro de energía eléctrica.

Así lo confirmaron ayer maestros y vecinos de algunas de los centros educativos afectados.

Una de ellas es Altagracia Féliz, de Las Cañitas, quien tiene a su hijo en la Escuela Nocturna Santo Domingo. «Mi hijo está de noche, ahí en la Escuela Santo Domingo, y tiene casi un mes y medio que no va a la escuela. El está en octavo curso pero no le dan clases porque no hay luz».

En la Escuela Nocturna María Auxiliadora sucede algo similar. «A veces son las doce del día y la luz se va y no vuelve hasta la hora de la quimbamba. Los estudiantes de la noche se están afectando mucho, ellos no dan clases. Cuando la luz se va no vuelve hasta tarde en la noche», indicó Luchi Pérez, de la Dulcería Mari Luz, quien labora todo el día frente al centro educativo.

Amparo Ventura, secretaria administrativa del Liceo Nocturno Eugenio María de Hostos, afirmó que tienen que recurrir a las velas. «Allá la luz no llega. Este es un problema general que tenemos en el país. En esta semana fueron los exámenes y los tuvimos que dar con velas. Allá nunca hay energía eléctrica: ni de noche ni de día. Sólo ayer (viernes) hubo luz. Los muchachos se examinaron llevando dos velas: cuando se le terminaba una prendían otra. Una vez trajeron una planta pero nunca funcionó».

Al hablar de las clases, Ventura aseguró que se pierden muchas horas. «Cuando hay que dar clases no se pueden dar; sino hay energía es imposible hacerlo. Los exámenes se dieron así para resolver la situación pero, ¿cómo se puede explicar clase, por ejemplo de matemáticas, sino hay luz? Con velas no se puede hacer. Si la situación sigue así el semestre está triste».

Pasando a la zona de Los Alcarrizos, Roberto Peña, dirigente de la seccional Oeste de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), mencionó cuáles son las escuelas afectadas: la Alcarrizos Afuera Nocturna, la Unión y Progreso y la Hermanas Mirabal. También están en la misma situación otras dos que funcionan para adultos: la Pablo Neruda Nocturna y la Manuel Emilio Jiménez.

«Esos centros confrontan problemas cada vez que se va la luz. Y con el problema tan grande que hay de la energía eléctrica, prácticamente se están dando hora y media de clases. Ellos nada más pueden impartir docencia de seis de la tarde a siete y media de la noche porque después de esa hora, cuando oscurece, tienen que despachar. A veces trabajan con velas pero eso no se corresponde con la calidad de la educación: los muchachos no es verdad que van a echar para alante cuando están trabajando con velas», manifestó Peña antes de afirmar que desde hace tiempo están padeciendo por la falta de luz.

En la Escuela República de Haití, donde hay una planta eléctrica, no están tan mal. «Se da clases todos los días pero por dos horas porque la planta no aguanta mucho porque nunca hay gasoil. Esto es increíble, lo nunca visto. Aquí hay que estar recogiendo dinero con los muchachos, de a cinco pesitos porque no tienen más. Aquí no se sabe qué va a pasar. En este país nos estamos cayendo muertos», expresó la profesora Mayra Caraballo.

Dicho, Caraballo explicó que los maestros enfrentan otro tipo de dificultades. «Nosotras somos maestras de esta escuela y deberíamos estar tomando un curso de computadoras pero no se ha podido impartir porque no hay luz y las computadoras están apagadas. Se supone que deberíamos coger clases los sábados y domingos por la mañana pero normalmente no se puede hacer nada». En la Escuela Socorro Sánchez, de Villa Duarte, donde también tienen una planta, dan pocas horas de clases a causa de la intensidad de los apagones. «Por la cantidad de horas de los apagones, porque la luz no viene, a veces tienen que dar sólo una o dos horas de clases. El combustible no les alcanza. Ayer, por ejemplo, la luz se fue a las seis de la tarde y llegó hace media hora (once de la mañana) y ya casi se está yendo», señaló Newton Maura, un sastre que vive justo frente a la escuela y se ha visto forzado a trabajar con una máquina de pedal.

En el Liceo Juan Pablo Duarte, por otro lado, tienen cuatro meses sin poder utilizar el centro de internet ni dar las clases de cómputos. Esto, según sostuvo Danilo Caminero, presidente del Comité del Distrito Nacional de la ADP, es a causa de la carencia de luz.

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