Escuelas para la vida

Escuelas para la vida

POR MARGARITA QUIROZ
El sistema educativo dominicano, como muchos otros en el mundo, se ha regido por la metodología de enseñar al estudiante a memorizar un tema en cuestión para luego repetirlo como si fuese una grabadora, lo que le ha impedido hacer críticas reflexivas.

Esto es lo que se conoce en buen dominicano como «embotellarse» una clase, una exposición, con el interés de salir del paso o pasar un examen.

Esta metodología entra en evidente contradicción ante las exigencias del estudiante de hoy y, por demás, frente a un mundo que se hace cada día más competitivo.

En fin, los nuevos tiempos plantean desafíos, dice el español Jaume Sarramona López, especialista en metodología de investigación educativa, y, específicamente, esta reflexión fue lo que le sirvió de móvil para iniciar en Cataluña, España, una corriente de concepción sobre lo que debe hacer la escuela de hoy, denominada «Evaluación por competencia básica».    

En pocas palabras, el mundo está envuelto en una competitividad tan grande que, quienes no se monten en el tren quedarán totalmente fuera de juego. O más bien, serán víctimas de los anuncios publicitarios de consumo desmedido, de la demagogia de un discurso político no convencional, explotados en el trabajo porque no sabrán sus derechos y deberes, no aprenderán a manejarse y tampoco tendrán espíritu de superación. En definitiva, quedarán estancados y una forma de sobrevivir a todo esto es aprendiendo a ser  críticos reflexivos.

No obstante, la propuesta de Sarramona López, no se basa en la simple competencia de «yo tengo más conocimiento que tú». De lo que se trata es de crear conciencia en los gobiernos y particularmente en los ministerios de Educación de los países que aún mantienen la metodología de enseñar a memorizar, para que abran las puertas de la escuelas o, lo que es lo mismo, saquen las escuelas al mundo que los rodea.

«La metodología tradicional debe cambiar», explica el especialista, «ya que la escuela  no puede seguir enseñando de espalda a la vida, puesto que ésta se hace cada vez más complicada y cambiante.

Consecuentemente, la escuela debe ofrecer a los maestros instrumentos para formar estudiantes capaces, competentes y con habilidades que les ayuden a enfrentar las dificultades que se les presenten.

En el lenguaje cotidiano se dice que una persona es competente cuando sabe resolver los problemas del diario vivir, entonces, la escuela debe vincular su metodología de enseñanza con las dificultades que se presentan en la vida.

Hoy día, plantea el experto, las matemáticas deben ser más que un simple 2+2; tienen que servir, además,  para que cada ente haga cálculos del costo de la vida, porcentaje de impuesto y estimaciones en función del dinero que dispone.

El mundo de hoy necesita personas informadas, pero más aún, que sepan cómo digerir esas informaciones y, aplicarlas en el momento oportuno.

ENSEÑARLES TODO

De acuerdo al autor del libro «Las Competencias Básicas en la Educación Obligatoria»  en un mundo saturado de informaciones y canales informativos, a las escuelas les resulta imposible enseñarlo todo. Lo que propone la corriente de «Evaluación por competencia básica» es instruir al maestro en torno a las informaciones útiles e imprescindibles para el estudiante, ya que el nivel educativo exigirá el grado de competitividad.

Estas enseñanzas deben requerir dos características primordiales, una que permita interpretar el presente y la otra que sirva de base para seguir aprendiendo, pues la renovación de conocimiento se hace una obligación debido a que ninguna profesión es estática. 

Pero cuando se habla de formarse en competencia hay que pensar en evaluación para comprobar cuánto se ha aprendido. Actualmente, los países que tienen currículum en base a competencia son Canadá, Portugal, Inglaterra y Bélgica.

PERFIL

Jaume Sarramona López vino al país invitado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo ( FUNGLODE) a través de su Centro de Estudios de Educación, donde impartió un curso de cuatro días dirigido a encargados de áreas curriculares, profesores y directores.

Ha ejercido la docencia en todos los niveles del sistema educativo. Ha sido director y asesor de programas de formación de profesores y supervisores en diversos países de América Latina. Actualmente es catedrático emérito de la Universidad  Autónoma de Barcelona y miembro del Comité Científico de la Fundación Regional Europea de Investigación Educativa y presidente del Consejo Social del Colegio Oficial de Pedagogos de Cataluña.

Es autor de unos 175 artículos  técnicos en revistas especializadas y autor y coautor de 82 libros. Desde el 2001 está haciendo evaluación en competencia en su país.

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