Escuelas y futuro: los diagnósticos de las pruebas nacionales deberían trazar pautas para la educación

Escuelas y futuro: los diagnósticos de las pruebas nacionales deberían trazar pautas para la educación

Los puntajes obtenidos en pruebas nacionales de medición de logros son muy poco satisfactorios en el país y Centroamérica, mientras los niveles promedio de educación en la región son inferiores a los patrones mundiales.

Los planteamientos aparecen en el informe “Progreso Educativo en Centroamérica y la República Dominicana, 2003”, en el que se toman en cuenta los indicadores económicos y sociales, el rendimiento escolar, la matriculación y las finanzas.

Señala que la información producida por las pruebas nacionales en el país no ha sido conocida por la mayor parte de los agentes educativos, quienes se interesan sólo en los resultados de sus alumnos.

Indica que muchos técnicos y docentes creen que esas pruebas están desvinculadas de la propuesta de transformación curricular vigente y, dado que éstas son un componente importante (30%) de la evaluación final del estudiante y determinan sus posibilidades de continuar los estudios universitarios, los profesores se sienten obligados a seguir utilizando programas antiguos.

Expresa que la mayoría de los países no participa en pruebas internacionales, lo cual impide contar con las herramientas necesarias para medir el aprendizaje en el contexto global.

Según el informe, es urgente continuar elevando, con criterios de calidad y equidad, los niveles educativos de la población dominicana y centroamericana.

De acuerdo con el informe, los resultados obtenidos por los alumnos en las pruebas nacionales e internacionales de Centroamérica y República Dominicana han sido desalentadores y confirman la opinión de educadores y expertos que los niños y jóvenes no aprenden lo que esperan en las escuelas.

La República Dominicana es de los países cuya inversión en educación, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), se encuentra entre las más bajas de la región.

Propone aumentar la inversión pública en educación a un mínimo de 5% del PIB, para destinar casi la totalidad de ese aumento a la educación primaria y secundaria.

Según el informe, los sistemas de evaluación de la región se ven afectados por la falta de sustentabilidad técnicoadministrativa, la ausencia de vinculación con otros segmentos del sistema educativo, la insuficiencia de recursos y, sobre todo, por la escasa utilización de los resultados.

Resalta que en Centroamérica y República Dominicana se ha administrado, al menos, una prueba nacional para medir logros en el aprendizaje de sus alumnos.

Favorece mejorar los incentivos para la buena docencia, relacionando los nuevos incrementos salariales a la implementación de políticas que tengan en cuenta el desempeño.

Esto significa, sostiene, contratar de forma transparente a los docentes, evaluar su desempeño, dar incentivos y oportunidades para superar sus deficiencias y aplicar mecanismos para rescindir los contratos de docentes que tienen un ejercicio inadecuado.

Los cuatro factores claves de la problemática educativa regional

son: manejo de educación a través de instituciones centralistas, burocráticas y politizadas; inversión insuficiente e inequitativa; deterioro de la educación docente, y estándares educativos y sistemas de evaluación insuficientemente consolidados.

El analfabetismo en el 2000 alcanzaba en el país el 16% entre la población mayor de 15 años, mientras el promedio de años de educación, entre la población mayor de 15 años, era de 4.9.

El atraso en reformar la política educativa, sostiene, resulta en la pérdida de una valiosa oportunidad y en una desventaja real ante las exigencias del contexto internacional.

De acuerdo con el informe, sistemas educativos modernos y actualizados, con capacidad de respuesta a las necesidades y expectativas sociales, son prioridades de la sociedad mundial.

Explica que los profesores en República Dominicana y Centroamérica son mal preparados y mal remunerados, y no es frecuente que se reconozca, apoye o retribuya la docencia de calidad.

Indica que mientras la cobertura de primaria ha aumentado, el acceso a la educación preescolar y secundaria continúa siendo muy bajo.

La inversión por alumno continúa siendo baja, poco equitativa y pobremente administrada, y pesar de haberse dado importantes esfuerzos para capacitar a los docentes, no se ha logrado que mejore su desempeño, atribuido a que carecen de incentivos y a que no existen mecanismos adecuados para la rendición de cuentas.

No todo es sombrío El informe de “Progreso Educativo en Centroamérica y la República Dominicana” resalta que en el país se ejecuta un programa de informática educativa dirigido a los liceos. Cubre 300 centros.

Se han capacitado 800 docentes en el uso de la computadora y de diferentes programas. Se desarrolla un programa piloto en 20 liceos del modelo pedagógico y curricular para el uso de la tecnología, bajo la coordinación y asistencia técnica de especialistas de Israel.

Expresa que existe un proyecto financiado por una empresa privada llamado AVE, que consiste en llevar, a lugares distantes, furgones equipados con aulas virtuales, computadores conectadas a Internet, fax, fotocopiadora y plantas eléctricas, a fin de que sean utilizados por los estudiantes del nivel primario de lugares remotos en zonas rurales. Hasta ahora existen 90 centros.

Explica que en la República Dominicana hay planes en fase piloto para crear juntas escolares en todas las escuelas del país. Con la participación de la comunidad, dice, las juntas tendrán la facultad de administrar los recursos financieros para adquirir materiales educativos.

“Los planes también incluyen la capacitación de los miembros de las juntas en las áreas de planificación y evaluación de proyectos educativos, financiada por la Secretaría de Educación”, sostiene.

[b]RENDIMIENTO DESALENTADOR[/b]

El análisis de los expertos señala que el rendimiento de los niños en el país es desalentador, según el citado informe. El documento recuerda que en 1998 se aplicó en trece países de América Latina, incluida la República Dominicana, la prueba en rendimiento en lenguaje de alumnos de cuarto grado. La República Dominicana ocupó la última posición.

La prueba UNESCO/OREALC para los alumnos del tercer y cuarto grados mostró que los estudiantes rurales dominicanos obtenían una puntuación más baja en matemáticas y lenguaje que los residentes en ciudades grandes.

Los gobiernos de República Dominicana y Centroamérica han tenido serios contratiempos y limitaciones al intentar introducir cambios para involucrar a la comunidad en el proceso educativo, plantea.

Resulta difícil, según el informe, romper el paradigma de las políticas centralizadas que han predominado en la educación pública de la región, en adición a la resistencia de las autoridades gubernamentales a renunciar a las ventajas que conlleva el poder centralizado, como una alta dosis de clientelismo político y de politización de las decisiones.

Expresa que las decisiones sobre el personal en el país, que son fundamentales para el mejoramiento de la calidad y los resultados en la educación, son las que menos se delegan en las escuelas.

Expresa que los debates nacionales sobre la transferencia de autoridad suelen estar muy politizados y ser sumamente polémicos en la región.

El informe señala que ni los gobiernos ni la clase política de la región han demostrado interés para reducir el papel del Estado en al educación y aumentar el protagonismo de la sociedad civil.

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