En Santo Domingo hay templos que tienen esculturas sagradas en un lugar privilegiado: ubicadas en el exterior.
Si llegamos al Convento de los Dominicos encontramos que su preciosa fachada tiene en el lateral que mira al norte, la escultura sacra de santo Domingo, y en el que mira al sur, la de san Francisco.
Igualmente, en el templo de Las Mercedes en el alto del portal de su fachada encontramos que está coronado por un nicho que encierra la escultura sagrada de san Ramón Nonato, un santo mercedario del siglo XIII, pero detrás de la iglesia en el patio está también la del Sagrado Corazón de Jesús.
En cambio, si nos trasladamos a la avenida Sabana Larga esquina Club Rotario encontramos el templo llamado Paz y Bien, cuya estructura está formada por una entrada con un alto marco saliente de punta ovalada, donde hay ocho columnitas estrechas, una marquesina que se une a un campanario alto, que es el único más elevado de todos los templos. Su curiosidad singular es que al centro, en lo alto, presenta la escultura de san Francisco de Asís.