Reconocernos caribeños es tarea pendiente. Ser y no ser, ha pautado el proceder de las personas oriundas de estas islas, caricaturizadas como unidad de coco, ron, azúcar, mar, música, mujeres…
Cuando el Caribe pretendió buscar su identidad no pudo retornar al sujeto, ya ausente, que fue el aborigen, expresa la decana de la Facultad de Ciencias y Artes de la Universidad de La Habana. Poco quedaba del origen. Poco de las tribus arahuacas. A partir de esa aseveración la Wood comienza a establecer las particularidades de la colonización. El mestizaje en el Caribe hispano es mayor que el del Caribe anglófono, francófono, holandés. Los métodos de coloniaje fueron diferentes.
La negación nos define y nos separa. Buscamos coincidencias con la madre patria sin detenernos en el entorno. No somos africanos, ni ingleses, ni franceses, ni holandeses, ni españoles. Ni latinos. Y cuando se trata de dominicanos, no somos haitianos. Algunos expertos afirman que el mito de latinidad postergó la búsqueda de la identidad caribeña.
La emigración ha provocado identificaciones imposibles desde los territorios. Es en Aravaca, en Washington Heights, en una calle de Zurich, en un suburbio alemán, que una dominicana descubre cuanto tiene en común y cuanto la separa de una jamaiquina, de una boricua, de una persona nacida en Martinica, en Barbados… Afuera descubre que no es igual a una mexicana ni a una peruana.
Adolfo Pérez Esquivel, orador invitado a la apertura de la III Asamblea de Pueblos del Caribe, celebrada en Cabo Haitiano, en marzo del 2003, concluyó su exposición con la siguiente proclama: Cuando un pueblo se une tiene la capacidad de cambiar la historia. La dominación no comienza por la economía sino por lo cultural. Hay que fortalecer los valores, la memoria, construir alternativas…
No ha existido la decisión que paute la alternativa. Se precisa primero el conocimiento mutuo. Después, el reconocimiento de las diferencias. Así se podrá intentar una convivencia y un intercambio fructífero y necesario. El Caribe existe en las agendas de las academias, en los proyectos de organismos internacionales, en la preocupación de intelectuales. No existe para los caribeños. La nostalgia de la metrópoli nos obliga a ignorar los vecinos. Huimos del espejo. Sin percatarnos.
La escritora guadalupeña, Maryse Condé, bautizada como la señora de la literatura caribeña confesó al Correo de la UNESCO que siempre se creyó francesa hasta que estuvo en París. Grande fue su sorpresa cuando tampoco en África percibió sus raíces, después de vivir doce años en Guinea y Ghana.
Somos nómadas de las islas, exiliados de los sueños del conquistador y con un deseo inmenso de encontrar la identidad perdida, sin dejar el sonido del tambor pero tampoco de la guitarra, sin dejar la caldera del barco pero tampoco abandonando la ilusión de ser acogidos por una de las metrópolis conquistadoras.
[b]LA ACWWS[/b]
La diáspora de escritoras y criticas literarias del Caribe Inglés constituyó, en Londres, 1984, The Association of Caribbean Women Writers and Scholars (ACWWS). Desde entonces, escritoras y académicas del Caribe francófono, hispano y de habla holandesa, pretendieron crear su propia ACWWS o ser incluidas en la institución pionera. A través de los años el proceso ha permitido que así ocurra. La ACWWS publica una revista MaComere y un boletín Newsletter y cada dos años celebra una Conferencia. La primera fue celebrada en Massachussets Wellesly College con la participación de 50 escritoras y críticos del Caribe.
En el año 1992 la III Conferencia de la ACWWS, celebrada en Curazao, contó con la presencia de escritoras cubanas, puertorriqueñas y dominicanas, como representantes, por primera vez, del Caribe español. A partir de esa participación surgió la idea de solicitar, para República Dominicana, la sede de la Conferencia bianual. Transcurrió el tiempo. Doce años después el país acoge la IX Conferencia con la presencia de la mayor cantidad de escritoras y críticos desde su inicio.
[b]EL CAMINO FUE LARGO[/b]
LA escritora, jurista y promotora cultural, Directora, en el país, de la Feria Internacional del Libro de Puerto Rico, cuenta cómo se logró la sede. Ilonka Nacidit Perdomo, Presidenta del Comité Timón y Directora, in situ, de la IX Conferencia, rememora los obstáculos previos a la aceptación de la ACWWS. No esconde su satisfacción cuando anuncia que a partir del lunes, 26 de abril, 160 escritoras y críticos literarios del Caribe, estarán discutiendo temas relacionados con la creación caribeña, su perspectiva, su importancia.
En el año 92 me entero, a través de Nilda Lebrón, profesora de APEC, que en Curazao se celebraría la Conferencia organizada por la ACWWS. Ninguna escritora del Caribe español estaba convocada. Establezco comunicación, gracias a Nilda, con Joceline Clemence, Directora de la Conferencia y encargada del Instituto de Papiamento de Curazao. Logramos una invitación. Asistimos, representando al país, Dulce Ureña, Aurora Arias, Nilda Lebrón y yo. Mi participación fue objetada desde aquí por una escritora, pero el inconveniente fue superado.
Yo fui conferencista, el título de mi exposición fue Libertarse de la libertad. En Curazao, conversé con las escritoras del Caribe español y les sugerí que pidiéramos la sede. Ninguna lo creyó posible. Yo sabía que se podía.
¿Consiguió la sede mientras estuvo en Curazao?
No, no. Es una historia larga. Conocí a la Doctora en Literatura Caribeña, Linda Rodríguez Guglielmoni. Ella estaba haciendo su tesis doctoral sobre escritoras caribeñas y descubrió, por casualidad, Escalera para Electra de Aída Cartagena Portalatín. Estaba fascinada con el libro, quería más información y recurrió a mí. Ella dice que la novela de Aída es el texto perdido del boom latinoamericano. A Linda le manifiesto mi intención de obtener la sede que ya había solicitado. Entonces asistí en el 94 a Miami, en el 98 a Grenada. En el 2000 la Conferencia se celebra en Puerto Rico. Linda fue la Presidenta del Comité in situ de la Conferencia y se comprometió a darle apoyo a mi solicitud. La diáspora haitiana también estaba interesada en llevarla a Haití pero las condiciones del país no lo permitían. La sede de la Conferencia se obtuvo en Martinica, en abril del 2002. Se presentaron tres propuestas de EUA, pero nosotros la obtuvimos. Lograr que el país sea la sede de la IX Conferencia es muy importante. Además permite que puedan venir los escritores que viven en Haití.
[b]LA IX CONFERENCIA[/b]
Ilonka Nacidit Perdomo, autora de una extensa bibliografía que incluye ocho libros de poemas y docenas de ensayos, solicitó la sede en nombre y representación de la Crítica Dominicana Literaria sobre Escritoras Hispanoamericanas CDLEH, con sede en la Biblioteca Nacional, filial de la Crítica Canadiense Literaria sobre Escritoras Hispanoamericanas CCLEH con sede en la Universidad de Concordia Montreal. Es la primera escritora en la historia de la ACWWS que dirige la Conferencia. Las Co Directoras son Linda Rodríguez Guglielmoni, Encargada del Departamento de Inglés de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez y Catharina Vanderplaats, Directora del Departamento de Lenguas Modernas y Lingüística de la Universidad de Concordia Montreal.
Durante cuatro días, escritoras y críticos literarios, discutirán temas tan diversos como: Identidad y Reformulación de Familia, Escritoras e Intelectuales: Redefiniendo Fronteras, Poéticas de Liberación para el siglo XXI, Iconos y Tradiciones de Género, Textos Femeninos de la Diáspora Caribeña, De qué manera las escritoras responden a las contradicciones de sus islas, Estéticas Reggae, Rastafarian y otros sistemas culturales de creencias: Vudú, Santería, Changó, Kumina, Crónicas de la Subjetividad Femenina…Hay paneles dedicados al análisis de novelas, cuentos, poesías escritas por autoras dominicanas. Cada participante propuso su tema previamente. Los trabajos son inéditos.
Participantes nacionales, en paneles y talleres, son: Jeanne Marion Landais, Jeannette Miller, Ilonka Nacidit Perdomo, Marta Rivera, Elissa Líster residente en Medellín, Carmen Montañés residente en Indiana, Carlos Esteban Deive.
La IX Conferencia pretende Un encuentro con estudiosos y escritoras de cuatro áreas lingüísticas del Caribe que sirva para promover un lugar de introspección. Desea conocer más sobre sus escritoras, al igual que su cultura y su patrimonio social, literario, histórico y reconocer los poderes creativos de naciones como Haití, Martinica, Guadalupe, Cuba y Puerto Rico. Conocer también, qué se revela dentro de las obras de las escritoras de la región. Cómo responden a las contradicciones de sus islas. Cómo evidencian su responsabilidad con las hermanas islas, con sus diferencias en lengua, cultura, costumbres, conductas, prácticas del diario vivir.
¿Cuántos países participan en la IX Conferencia?
Traemos el mayor número de participantes internacionales que jamás haya venido al país a un evento de literatura o relacionado con el libro. Contamos con el apoyo solidario de la Biblioteca Nacional y de la Secretaría de Estado de la Mujer. Hicimos que coincidiera con la Feria Internacional Del Libro para que las participantes conozcan la diversidad cultural del país y como una manera de apoyar nuestra feria.
Participan los países del Caribe inglés, francés, holandés, español. Además la diáspora que está en Londres, Sudáfrica, Italia, EUA, Francia, Finlandia, Colombia, Tanzania, Canadá, Brasil. 23 países están invitados. Es una especie de CARICOM intelectual de mujeres que representan el pensamiento actual del Caribe. Aquí se va a discutir lo más reciente sobre género, transnacionalidad, mujer, cultura y coincide con el bicentenario de Haití.
La Conferencia se inaugura en la Sala Juan Francisco García, del Conservatorio Nacional de Música, el lunes 26, con una disertación a cargo de Carmen Imbert Brugal. Abierta al público. La clausura es el viernes 30. Hay 40 paneles para la discusión. De acuerdo con las normas de la Conferencia deben participar ocho escritoras de la región. Este año participan dos escritoras haitianas, dos jamaiquinas, dos puertorriqueñas, una colombiana. Hay un panel en honor a María Ugarte. Te repito es un acontecimiento único.