Ese ejemplo que nos dejan dos maestros. Emotiva, la despedida estuvo a la altura de las circunstancias. Cuando uno de los grandes dice adiós -o nos vemos menos- corresponde reconocer su buen hacer y, por supuesto, agradecer el legado que dejará a las generaciones más jóvenes.
Huchi Lora ha dejado atrás el diarismo al que le dedicó un poco más de medio siglo de ejercicio y, al hacerlo, pasa a Edith Febles la antorcha y el reto de relevarle en la dirección del matutino El Día.
La partida de Huchi nos obliga a recordar a Juan Bolívar Díaz, quien se retiró de la prensa de forma definitiva en el 2020. Ambos, queridos y muy respetados, ejercieron de forma ejemplar y nos enseñaron que es posible hacer periodismo sin doblegarse ante el poder ni corromperse.
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Otra importante lección que nos han dejado es que no hay que esperar la muerte detrás de un teclado, de una cámara o un micrófono: hay que retirarse con ánimos y fuerzas para hacer cosas nuevas.
Desde niños nos educaron para el trabajo pero no para el retiro. Al ver a estos maestros toca replantearse la vida y el futuro porque, al final, el periodismo es una carrera de gran desgaste.
Para los periodistas de prensa escrita, sin embargo, irse es un poco más complejo por el tema salarial. Pese a ello, habrá que buscar alguna manera de volar.