Después de ese gélido e ininteligible espectáculo PLDista del pasado domingo, el PRSC tiene la responsabilidad de entender e internalizar plenamente que el electorado espera por sus actuaciones para ocupar el espacio que le tiene reservado: Segundo lugar en las próximas elecciones.

El escenario, montaje y comportamientos de ese espectáculo ha sido retratado por los medios en refuerzo a observaciones ciudadanas durante su desenvolvimiento en cuanto a supuestos propósitos argumentados para celebrarlo – superación de  reservas presidenciales y partidarias a la candidatura morada – que no fueron logrados.

El discurso mismo no dio respuestas convincentes a lo previamente circulado en los mentideros políticos sobre justificaciones a medidas gubernamentales que afectan el éxito de esa candidatura.

La posición oficial emitió un mensaje que todo se administraba bien, que nada  cambiaría.  Las explicaciones insinuaron más bien agravamiento de castigos fiscales por la supuesta deuda gubernamental a REFIDOMSA augurante de nuevos aumentos de precios de combustibles con sus consecuentes repercusiones en el costo del transporte y energía.

La defensa al endeudamiento disipó las posibilidades de reducir déficits fiscales y desequilibrios comerciales mediante austeridad y apoyo a la producción nacional; anunciándose obras que requerirán mayor endeudamiento frente a un Gobierno sin capacidad de maniobra fiscal como advirtiera Attalí en su informe contratado por el Gobierno.

La defensa a los subsidios seguirá aumentando la dependencia estatal de la población con la consecuente inhibición de sus iniciativas expresadas en emprendimiento de negocios, búsqueda de trabajo y cooperación resolutoria de  problemas comunitarios. 

Las menciones de protestas sociales en Grecia y España como excusa para no adoptar la austeridad y seguir pagando deudas así como del terremoto económico augurado por la cesación de pagos de los Estados Unidos, que justifican freno al endeudamientos en lugar de seguirlos fomentando, revistieron de terror apocalíptico la posibilidad de romper el círculo vicioso provocado por déficits fiscales, endeudamientos y desequilibrios comerciales.  Círculo vicioso que los dominicanos no quieren ni merecen seguir sufriendo como puede constatarse a través de reclamos formulados sobre austeridad, freno al endeudamiento y apoyo a producción.

Al no mostrar el Gobierno disposición de romper ese círculo seguirán sus repercusiones expresadas en desempleo, mayores importaciones, encarecimiento de la vida y carencia de recursos para mejorar prestaciones de servicios públicos, aumentando las insatisfacciones sociales  que alejarán al PLD del segundo lugar que  actualmente ocupa, beneficiando con ello  al PRSC, con la ventaja que a éste solo le bastaría cumplir, firme y convincentemente lo mandado en su III Congreso sobre camino y candidatura propias para atraer el electorado silente e indigente que siempre han nutrido su caudal electoral.