Ya se va enero y de seguro se fueron de casa las luces de Navidad, el árbol, y con los adornos parece que se va la magia…todo luce vacío, sin vida, y la primera idea es salir corriendo a comprar adornos porque hace falta llenar los espacios huecos abandonados que dejó el esplendor de las fiestas.
Como indiscutiblemente la decoración influye en el estado de ánimo y la forma en que vemos nuestro hogar, es momento de darle vida, preparándonos para la nueva aventura que nos trae el año.
Podemos empezar cambiando algunos muebles de lugar, las mesas auxiliares, otomanes o repisas, es buen momento para jugar un poco con la posición del mobiliario.
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Las flores y plantas siempre brindan color y alegría a los espacios, tanto el verdor de las plantas como el colorido de las flores son sinónimo de positivismo y renovación. Si no hay mucho tiempo para su cuidado está la opción de colocar arreglos en flores permanentes o la nueva tendencia en flores secas que duran mucho tiempo.
Cambiar los adornos de lugar funciona, solo hay que hacer la prueba, puedes ir de compras en tu propia casa. Ese jarrón que compraste para la repisa, hoy puede ir a la mesa lateral o a otra área de la casa, hacer combinaciones nuevas con adornos que ya tienes y todo se verá como nuevo. La decoración es de cinco sentidos por lo que los aromas no deben quedarse en ese “refresh” que vas a dar a inicios de año, prueba con velas aromáticas o difusores, cuando llegas a casa y sientes esa fragancia que te gusta, sabrás que estás en tu hogar.