Eso no puede ser pasado por alto

Eso no puede ser pasado por alto

La denuncia en el sentido de que el Gobierno estaría empleando recursos del erario para pagar sueldos a peledeístas desempleados requiere una investigación minuciosa. Por razones obvias, el Presidente Leonel Fernández, quien apuesta a su reelección, debería ser el primero en esforzarse por esclarecer esta situación, que de ser cierta, debería ser descontinuada porque, entre otras cosas, constituiría una falta ética grave y  una competencia desleal en perjuicio de los partidos de la oposición. El uso de los recursos del erario cuando se apuesta a la reelección presidencial ha sido una tentación irresistible para quienes han ejercido el poder desde que entramos en el ejercicio democrático.

Esta denuncia desafía a la Comisión Nacional de Ética y a la Dirección Nacional de Persecución de la Corrupción Administrativa. Siempre hemos dicho que debe haber una frontera bien clara y definida, que diferencie los asuntos de Estado del laborantismo político. Hemos insistido en que el  recurso de la influencia de las posiciones es usado frecuentemente desde el Estado, sobre todo cuando están de por medio intereses políticos como la reelección. Es hora de que hagamos de la política un ejercicio moralizante y respetuoso de la ética. El Gobierno, con el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana a la cabeza, debe ser el más empeñado en dejar claro este asunto.

 

Algo más que nuestras  playas

La multa de siete millones de pesos aplicada a la embarcación Seaboard Caribbean por el derrame de fuel oil en el puerto de Boca Chica es una medida que merece nuestro elogio, pero que obliga a invocar otros entornos en que se vierten contaminantes y se pasa por alto. Nuestros ríos no solo son depredados para extracción de materiales de construcción, sino que se vierte en los mismos toda clase de contaminantes.

 Hay que retomar la gestión que tenía por meta que todas las empresas que viertan sustancias a  los ríos deban construir plantas de tratamiento de aguas residuales, para evitar el exterminio de flora y fauna que está acabando con nuestros ríos. No basta con acciones de fuerza cuando se contaminan entornos visibles y frecuentados por el turismo. La contaminación de suelos y subsuelos es una realidad que no está siendo combatida con la fuerza que amerita su gravedad Cuidemos el ambiente, que es el único que tenemos.

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