Los pisos de madera aportan calidez, belleza y elegancia a la estancia.
Precisamente esta calidez hace que el espacio donde se coloque tenga ese “aire” más hogareño que muchos buscan.
Este tipo de piso es una opción atemporal que combina con diversos estilos decorativos, por lo que cambiar de piso no implica un cambio en su concepto decorativo.
Entre las ventajas que posee está su durabilidad, ya que son muy resistentes; con el cuidado adecuado pueden durar años en perfectas condiciones.
Gracias a que estos pisos realzan la calidez del ambiente, su demanda sigue en alto cuando de construcción o de remodelación se trata.
Eso sí, a la hora de decantarse por un piso de madera se deben tomar en cuenta el tipo de madera, la tonalidad y el método de colocación.
¿Qué madera elegir? El mercado local ofrece inmensidad de maderas de las que elegir. El roble es, por su dureza, una de las más utilizadas, seguido por la madera de arce y la de cerezo.
Los expertos aconsejan, elegir maderas duras, resistentes al fuego y a las termitas.
Al hacer su selección, usted podrá elegir también entre diversos colores: madera clara, oscura, marrón intenso, anaranjada, rojiza… con mucho o poco brillo.
Cuidados. Para alargar la vida de la madera, es necesario proveerle una serie de cuidados especiales. Puede mantenerla en buen estado utilizando productos de limpieza con ceras y renovando cada cierto tiempo la capa de barniz. Su conservación también depende de la temperatura y la humedad.