Espacios amigos de la niñez

Espacios amigos de la niñez

CHIQUI VICIOSO
Me dijo un agente de Politur que la Zona Colonial podría ser declarada Patrimonio de la Humanidad Amiga de la Niñez. ¿Cómo?
1.-Evitando la tradición europea de ciudades muertas, donde una puede visitar, como en un cementerio, nítidos monumentos históricos donde el ser humano sobra y una se siente momentáneamente como inserta dentro de una tarjeta postal.

2.-Convirtiendo a Politur en una aliada de Asoconde para apoyar a los niños y niñas que tratan de ganarse la vida en El Conde, mediante la creación de un espacio (¿quizás el Parque de Montesino, hoy abandonado como si aun no le perdonáramos al Fraile su sermón de Adviento?) de descanso y merienda donde los niños y niñas, propiamente identificados para poder darles seguimiento con un gafete de Asoconde, puedan tener un respiro en su jornada cotidiana, antes de volver a sus casas y barrios a rendir cuenta de lo ganado durante el día.

3.-Logrando que los hoteles de la zona colonial, algunos de los cuales cobran doscientos dólares por noche, contribuyan con la merienda y la posible dotación de ese espacio. Conjuntamente con empresas como E. León Jiménez, que también produce galletitas, dulces y Malta Morenas; Helados Bon; la Asociación de Dueños de Supermercados o, ya en El Conde, La Despensa.

4.-Convenciendo a su Eminencia Reverendísima Monseñor López Rodríguez para que presida, junto con todos los párrocos de la zona, y directores de Centros Culturales, un Patronato que, conjuntamente con miembros de la comunidad, organice e implemente ese programa.

5.-Apoyando en Boca Chica un proceso similar, donde los hoteleros apoyen los esfuerzos de Digfarcin, un programa de las Fuerzas Armadas para niños y niñas de la calle que hoy coordina un hombre bueno, el coronel Rafael Minaya. Ello requeriría habilitar La Casona, un espacio que el síndico de Boca Chica, rueda de prensa y todo, prometió ayudar a limpiar y pintar para que pudiese convertirse en un patio laboral y que aun espera, mientras las solicitudes de ingreso se acumulan.

6.-Habilitando, para un programa de verano, o patios laborales, las áreas verdes del Parque del Este, hoy un gran deposito de basura, convirtiéndole en un espacio amigo para los niños y niñas de las barriadas aledañas, bajo la misma supervisión del Dgfarcin. El Faro adquiriría así su papel de emisor de luz, no de mausoleo de lo fatal.

7.-Solicitándole a la Secretaria de Cultura el apoyo de su cuerpo de artesanos y artistas para un programa de artesanías, pintura, teatro, escritura, y la donación de sus colecciones de literatura infantil, para la creación de espacios de lectura.

8.-Sugiriéndole a las ONG especializadas y organismos internacionales, que pasen de la prédica y la «capacitación perpetua» al apoyo material de iniciativas como las de Politur o Digfarcin, vía su mediación para la agenciación de los recursos que se necesiten con sus donantes.

9.- ¿Existe Dios? ¿El amor que se siente por hijos y nietos, la pasión que ponemos en su protección y felicidad, es el mismo que extendemos a toda la infancia?

10.- ¿Nos tomamos en serio esto de que las nuevas generaciones son el futuro de la Patria, ¿vamos a apostar a nuestro incipiente Fascismo?, ¿o vamos a celebrar con Aida Cartagena el reencuentro del alma y la vida?

«Mi vida se llenó de luces desde que nos encontramos:

Alma.

Y en ese infinito mundo, hecho para mí,

Donde solamente llega mi pupila,

Han reverdecido pámpanos tiernos»…

¿Los pámpanos tiernos del cariño hacia el niño y la niña que fuimos? ¿Hacia toda la infancia?

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