Espacios íntimos dentro de casa

Espacios íntimos dentro de casa

Los biombos han marcado historia. Tras su inocente apariencia se ocultan desde los primeros strip-tease hasta los asesinatos más famosos del cine. En decoración no pierden su encanto. Versátiles y funcionales, proporcionan dinamismo al mismo tiempo que esconden rincones secretos.

El tamaño de un biombo dependerá del lugar al que esté destinado. Suelen ser más voluminosos para espacios grandes y de reducidas dimensiones para habitaciones pequeñas o para disimular los rincones que queremos que pasen inadvertidos. Los más tradicionales son los de dos, tres o más hojas. Estos se abren y despliegan a gusto de cada uno. Suelen ser rectangulares, con la parte superior recta, rematados en pico o haciendo ondas.

También se puede optar por modelos de hojas ovalados o escalonados con la parte central más alta y los laterales más bajos. Otra versión es el tipo mampara de un solo cuerpo, al estilo de los utilizados antiguamente en los hospitales. Estos se apoyan sobre unas patas o ruedas para deslizarlos con facilidad. Su diseño es muy decorativo, pero al no poder plegarse, son difíciles de guardar cuando no se hace buen uso de ellos.

En cuanto a los materiales, la elección se multiplica. Aquí, no sólo el gusto sino también la imaginación juega un papel importante. Los tapizados combinando los temas predominantes en una habitación resultan un complemento perfecto en un ambiente más clásico. Un biombo de diseño realizado en metal o cristal o uno de lamas que deja filtrar la luz, darán un toque vanguardista y uno de hierro encajará con muebles rústicos. Los de celosía, de influencia árabe, resultan ligeros en una terraza, además de ser una superficie idónea para que trepen las plantas, y los revestidos de espejo amplían visualmente el espacio.

Otra solución es encargar unos marcos de madera a un carpintero, clavarles en el interior un alambre de gallinero y fruncir encima una tela fina. Las ventanas antiguas pueden cumplir la misma función, además de servir como un original expositor de fotos. Por último, no hay que olvidar que la pintura decorativa consigue efectos sorprendentes. Por ejemplo, un biombo pintado simulando una librería es ideal para independizar la zona de trabajo, o uno decorado con dibujos animados para ocultar los juguetes.

Sin duda, los biombos sirven para separar ambientes. Desligan la sala de estar del comedor, proporcionan un rincón confortable de lectura o trabajo, aíslan una zona para la televisión… Además, disimulan radiadores, una caja de luces imposible de cubrir, paragüeros…

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