Ante un terromoto. Estructuras de escuelas y hospitales

Director Onesvie revela que a partir de enero iniciarán un programa para dotar a esas estructuras de la seguridad necesaria y que sobrevivan en caso de terremotos.

Unos 290 planteles escolares y 84 centros hospitalarios no soportarían un terremoto de magnitud superior a los 6.5 en la escala de Richter, debido a que no fueron construidos en base a los códigos de sismorresistencia que posee República Dominicana, según el director general de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE), ingeniero Leonardo de Jesús Reyes Madera.

Según los códigos que posee el país, las edificaciones deberían soportar un terremoto de magnitud de hasta 6.5 en la escala de Richter. En cuanto a las evaluaciones de hospitales y planteles escolares, Reyes Mateo precisa que en torno a los centros asistenciales el 70 por cientos no está preparados para soportar un terremoto. Informó que hasta ahora han sido evaluados 84 hospitales y se ha determinado que la mayoría de estos centros asistenciales no estarían disponibles a la hora que suceda un terremoto.

Asimismo, revela que existen 290 planteles escolares construidos sobre fallas, no desde ahora, sino desde hace varios años.

“Son estructuras que no fueron concebidas ni calculadas para poder aguantar un terremoto, por lo que a partir de enero del próximo año, iniciará un programa para dotar a esos planteles de la seguridad necesaria y puedan sobrevivir en caso de un sismo de gran magnitud”, sostuvo.

En ese sentido, el funcionario explica que cuando se producen terremotos de 7 o más grados de intensidad, siempre hay edificaciones que colapsan, ya sea porque fueron mal construidas, mal diseñadas o no fueron levantadas para soportar la fuerza de los terremotos.

“Hay que tener algo muy pendiente y claro; ningún país está preparado para un terremoto, por lo que no importa la capacidad instalada que se tenga, por lo que a la hora que suceda un sismo, con 50 escenarios diferentes, nadie tiene la capacidad para enfrentarlos todos”, expone.

En tal sentido, explica, ahí está la importancia de desarrollar simulacros, como el del mes pasado, que determinan la capacidad de respuesta de los organismos, sus fortalezas y debilidades. Con prácticas como esa la población aprende que debe hacer antes, durante y después de una emergencia, lo que contribuye a evitar muertes de personas.