Se dice que al dedo malo todo se le pega, a propósito de las vicisitudes que está atravesando nuestra antigua Madre Patria. La región autonómica de Cataluña se quiere independizar y el Presidente de la Generalitat Artur Mas, ha convocado a un referendo al que ha denominado 9-N. De esa manera, serán los ciudadanos catalanes que los que decidirán su independencia y no los líderes políticos de la región. Ahora, la tempestad se ha desatado en una serie de funcionarios, alguno de ellos políticos pertenecientes al Partido Popular (PP) y también al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quienes han distraído a su favor, grandes cantidades de euros en cuentas particulares en Andorra, Luxemburgo, Costa Rica y últimamente en Singapur. Son notables los casos notables de ambos Pujols, Urdagarin y su consorte la infanta Cristina de Borbón.

Los demonios andan sueltos y los mismos han tocado a altos funcionarios de Caja Madrid-Bankia, cuyos burócratas por medio de tarjetas de créditos expedidas a sus nombres, gastaron miles de euros en cosas banales para distracción y exhibición; tales como, viajes, compras de joyas, alquiler de chalets de lujo en playas y otras nimiedades que serían prolijas enumerar.

En la actualidad se desarrolla la Operación Púnica, en la cual está involucrado directamente el ex Secretario General del PP en Madrid, el señor Francisco Granados y su socio David Marjaliza, los cuales desviaron más de cuatro millones de euros a una cuenta bancaria en Costa Rica, que finalmente vino a ser depositada en Singapur, para blanquearla en Suiza. Pero tanto ese hecho como el Caso Gürtel, están siendo investigados por la Fiscalía Anticorrupción y se espera que recibirán las penas que merecen.

El partido en el poder y su Primer Ministro Mariano Rajoy tienen el agua al cuello con los innumerables casos de corrupción que se han desatado en su bandería, al extremo que de no detener satisfactoriamente este flagelo, hasta le han pedido que renuncie ya que lo consideran incapaz de detener a los infractores de su misma camada, por haber incluido nombramientos concretos de personas vinculadas con la corrupción.

Con la abdicación del Rey Juan Carlos I, fue coronado rey su vástago el cual adoptó el título de Felipe VI; sin embargo, cada día se suman más españoles que están cansados de una monarquía tradicional y se inclinan por otro tipo de gobierno que sea, según ellos, más democrático.

En nuestro último viaje a España, tomamos la Ruta de la Plata desde Oviedo hasta Cáceres y pasamos por pueblos fantasmas muy paupérrimos, en donde apenas se veía un anciano tomando el sol con su acostumbrado bastón. Resulta que esa observación nuestra de falta de habitantes en la campiña ha sido corroborada, ya que por primera vez desde la Guerra Civil, España registrará para el 2015 un crecimiento negativo, en donde habrá más muertes que nacimientos. Este envejecimiento a pasos gigantescos, es debido a la expectación de vida de su población que en los próximos años estará más bien constituida por personas mayores de sesenta años, acompañado este dato de la escasa natalidad existente y una mayor emigración que inmigración.

Hace unos años en Francia se inició un movimiento que se denominaba “Indignémonos”, el cual tomó en poco tiempo un auge inusitado. Pues bien, en España la poca credibilidad del gobierno actual se manifiesta por haberse realizado una tendencia muy parecida, lo cual ha producido una estampida de ciudadanos enojados con los partidos tradicionales PP y PSOE. “Podemos”, que bajo el liderato de Pablo Iglesias está causando pánico entre los partidos y políticos tradicionales por la corrupción rampante en sus filas, al extremo que su militancia ha sobrepasado organizaciones que tienen muchos años en la palestra.

Terminaremos esta entrega, con la emigración. La crisis económica se inició en España en el 2008. Hasta ese año, la Comunidad Europea había volcado inmensos recursos que las autoridades españolas no supieron canalizar en obras productivas y dispusieron alegremente de esos fondos sin tener conciencia de que los mismos debían ser reembolsados. Para repletar, la esperanza de España eran los inmigrantes jóvenes y dispuestos a emprender labores que los españoles desechaban. Hoy, España, ante un paro que ronda el 20% ha acudido a donar a los extranjeros que así lo deseen, el dinero suficiente para su repatriación, sea individual o en familia. Esto ha traído como consecuencia, que la gran mayoría de latinoamericanos, especialmente ecuatorianos, hayan decidido retirarse de España y volver a sus países de origen, lo cual traerá más desasosiego en las campos de Castilla la Mancha y León. Ojalá pronto encuentre el punto de equilibrio, ya que con deportaciones, desalojos de viviendas y encarcelamiento, no se logrará el despegue de una economía anquilosada por años de dispendio, lo cual nos viene a la memoria la fábula de la hormiga y la cigarra. Mientras una trabaja, la otra canta.