Madrid.  De los Servicios de Hoy. En España ha surgido un debate sobre la conveniencia o no de una propuesta orientada a promover la creación de miniempleos.

El pasado mes de agosto el Banco Central Europeo había pedido  al ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero una “devaluación competitiva” de salarios en España.

 La propuesta abogaba por implantar en España la fórmula de los conocidos como “minijobs” (mini-empleos), los cuales se crearon en Alemania en el año 2003 como una medida para atajar el desempleo y la economía sumergida que estos padecían.

Esta propuesta consiste en contratos con un sueldo máximo de 400 euros mensuales para empleos de “escasa consideración” en los que el trabajador no paga impuestos y abona las cotizaciones sociales de forma voluntaria.

 La ministra de Empleo, Fátima Bañez, aseguraba el pasado  diciembre que el ejecutivo de Mariano Rajoy “no barajaba” esta opción. Según decía, se trata de un formato de empleo que “no encaja” en la legislación laboral española. 

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 Encuesta

Los ciudadanos muestran un claro recelo ante el incremento de la flexibilidad laboral. Según los datos de una encuesta de Sigma Dos para El Mundo, los españoles se oponen tanto al contrato único con una indemnización de veinte días como a que las empresas puedan descolgarse de los convenios colectivos tal y como pide la patronal. La mitad de los encuestados, el 49,9%, está en “desacuerdo” con la propuesta de miniempleos.