España se ha convertido en sólo un mes en el segundo exportador de la Unión Europa a Estados Unidos, por detrás de Holanda.
Desde diciembre del pasado año, Estados Unidos ha tenido que sacrificar por la influenza aviar 35 millones de gallinas ponedoras, el 10% de su cabaña, provocando una seria situación de desabastecimiento.
El Departamento de Agricultura sitúa en 2015 una caída en la oferta del 4% respecto al año pasado y un volumen de importaciones que ascenderá a 41,4 millones de docenas, con precios medios de hasta 1,80 dólares por docena en el último trimestre del año.
La situación de Estados Unidos hizo mover ficha al sector español del huevo, uno de los pocos de la UE con excedentes, y a principios de verano logró los permisos para vender. En el mes de julio, único sobre el que se tienen datos, las ventas españolas de huevos de consumo a Estados Unidos alcanzaron las 1.967 toneladas, un 13% del volumen total de las exportaciones de este tipo de productos.
La incorporación del mercado norteamericano ha permitido que los ingresos por exportaciones de huevos de consumo en los primeros siete meses hayan alcanzado los 43 millones de euros, prácticamente el 90% de lo que se obtuvo en todo el 2014.
Mar Fernández, directora de la Interprofesional del Huevo y sus productos reconoce que la apertura del mercado americano ha sido todo un «balón de oxígeno» para el sector. «El mercado español y europeo estaba muy apático con precios muy poco atractivos porque había habido un despegue de la producción después de que en 2012 todos los productores tuvieron que adaptar sus granjas al sistema de jaulas. La posibilidad de tener un mercado exterior muy atractivo como es EEUU ha reactivado el mercado europeo”.