España, RD y la sostenibilidad del turismo

España, RD y la sostenibilidad del turismo

Así como en su momento España se apoyó en el turismo y las remesas para desarrollar los sectores capaces de competir en el marco de la Unión Europea y dar el salto al desarrollo, de igual forma la República Dominicana puede perfectamente sentar las bases del crecimiento sostenido contando con los motores de las remesas y el turismo.

El año pasado el turismo mundial decreció 1.5%, España aumentó en 4%, sin embargo la República Dominicana con 2.7 millones de visitantes extranjeros creció 20.6% convirtiéndose en el país de mayor recuperación luego del impacto de la desaceleración mundial y los atentados territoristas. Esta potencia turística del Caribe con más de 55 mil habitaciones se encuentra en uno de sus mejores momentos contando con destinos acreditados internacionalmente como Punta Cana y Bávaro, Puerto Plata y Sosua muestran una importante recuperación, mientras inversionistas potenciales están a la espera de señales claras para invertir en Samana y en el Sur profundo.

La devaluación de nuestra moneda y la apreciación del euro frente al dólar constituyen incentivos a los viajeros, pero la recuperación del destino turístico dominicano no es obra del azar y como declaró a una importante revista de turismo y viajes de Madrid la secretaria Miguelina de Suberví: «No estamos hablando de suerte, sino de trabajo e inversión» mientras a ese mismo medio el Presidente del Consejo de Promoción turística, Enrique de Marchena, informó que en este 2004 el país cosechara lo que se sembró en inversión publicitaria en los años precedentes. Es de justicia reconocer que la labor desarrollada por Rafael Suberví y su esposa, caracterizada por un trabajo en equipo con los hoteleros, así como los recursos aportados por el gobierno y aplicados eficientemente permitieron promocionar institucionalmente el país, recuperar mercados tradicionales que habían sido descuidados, como Canadá, Estados Unidos y Puerto Rico, pero también otros mercados como el Europeo recibieron el bombardeo de una exitosa campaña publicitaria con slogan como «Todo un país de sensaciones».

La asistencia la pasada semana a la 24ava versión de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid nos permitió comprobar como el Estado Español y todas sus instituciones brindan un apoyo irrestricto a este sector que representa el 10% del PIB y que con sus 55 millones de visitantes en este año consolidan a esa nación como el destino mundial número dos. También el evento nos permitió comprobar los resultados de esa exitosa campaña promocional y no fue accidental que el stand dominicano fue visitado por millares de profesionales del sector y público en general, a pesar de que en esta versión la Secretaria no contó con los recursos de años anteriores.

República Dominicana está de moda y a pesar de la calamitosa situación económica, de las imágenes servidas en el exterior por los periódicos y cadenas de televisión sobre el paro de la pasada semana, en FITUR los hoteles pudieron firmar importantes contratos que garantizaran una excelente ocupación en el resto del año.

En medio de tantas dificultades y ante el reto de insertarnos en un esquema de libre comercio primero con los Estados Unidos y luego con el resto del Continente el turismo es, sin lugar a dudas, la única actividad que está preparada para aumentar de forma sostenida el número de visitantes, el número de habitaciones, el número de empleos y las divisas imprescindibles para financiar el desarrollo de otros sectores.

La sostenibilidad del crecimiento del turismo dependerá en primera medida en el mantenimiento de la paz social, luego en la inversión publicitaria que hoy brilla por su ausencia del lado del sector publico y, por supuesto en la mejoría del clima de inversión sumamente deteriorado en la presente administración por las políticas económicas, los ataques a los generadores de divisas y el pésimo manejo al problema de las distribuidoras eléctricas.

En los diferentes contactos que realizamos en FITUR con ejecutivos de cadenas hoteleras, empresarios con proyectos en carpeta o inversionistas potenciales, el común denominador es un temor ante la posible alteración del orden, una preocupación ante la relativa facilidad como se cambian las reglas en el país y todos coinciden en mantener un compás de espera en las decisiones de inversión hasta después de los resultados electorales del 16 de mayo.

República Dominicana está de moda y si somos capaces de mantener la paz social, de aportar los recursos para la promoción institucional, de contar con gobiernos que caminen de la mano con el sector privado y mejorar el clima para la inversión, el turismo en los próximos años será capaz de crecer a la misma y hasta mayor velocidad que en la última década y constituirse en la locomotora del crecimiento económico en los próximos años.

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