España reivindica herencia de Colón

España reivindica herencia de Colón

Redacción Central (EFE).- España conmemora el 500 aniversario de la muerte de Cristóbal Colón con una reivindicación de la herencia cultural y de valores surgida tras su llegada al Nuevo Mundo, y con una revisión histórica y personal de la figura del Almirante de la Mar Océana, su título más pomposo.

El 20 de mayo de 1506, Cristóbal Colón murió en Valladolid (España), catorce años después del viaje que le llevó a América -falleció sin saber que había llegado a un continente desconocido- y que le convirtió en uno de los grandes personajes de la Historia universal.

Se han escrito ríos de tinta de su vida y sus muchas incógnitas, de su relación con los Reyes Católicos y del paradero de sus restos, pero ante el aniversario historiadores y académicos prestan especial atención al puente cultural que “construyó” sobre el Atlántico.

En palabras del director de la Real Academia de la Historia de España, Gonzalo Anes, “América forma parte de lo que hoy llamamos civilización occidental, gracias a la corona de Castilla”, que apoyó y financió los cuatro viajes americanos del “descubridor”.  La presencia de España en el Nuevo Mundo posibilitó el arraigo en América de “los principios de la civilización grecolatina, ampliados y enriquecidos por el cristianismo”, y contribuyó de manera decisiva, según el historiador español, “a la prosperidad europea”.

Para Cristóbal Colón de Carvajal, descendiente directo del Almirante, la efemérides brinda la ocasión de recordar “la página más brillante de la Historia de España”, y de subrayar que “si España se conoce en países lejanos, es precisamente por eso”.

“El vínculo con las naciones latinoamericanas viene de aquellos actos de un personaje histórico que se llama Cristóbal Colón”, afirma su descendiente, que defiende que el navegante “llevó la esencia de España al Nuevo Mundo, donde desprende admiración (…), incluidos los países donde ahora se reivindica el indigenismo”.

Anes y Colón han participado en Valladolid en un Congreso en el que especialistas en Historia, Arte, Música, Antropología y Filología han expuesto sus últimas investigaciones y han analizado el hecho y el legado colombino, en el marco de los actos del V Centenario.

Las dudas sobre el paradero de los restos de Colón, los conocimientos náuticos y cartográficos en los siglos XV y XVI, la situación y evolución de los pueblos indígenas, y el estado de la ciencia, la cultura y la tecnología de la época han estado en la mesa de debate.

En el debate no ha quedado al margen el punto de vista de los “descubiertos”, de los primeros americanos que vieron cómo su mundo se desmoronaba tras la llegada de los hombres barbados, a lomos de bestias desconocidas (los caballos) y obsesionados por el oro.

Como comentó a Efe el catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Valladolid, Alberto Herrero, en estos últimos 500 años los indígenas “han estado al margen y se les ha despreciado” y, en muchas ocasiones, “se les ha intentado integrar a costa de perder sus raíces, sus costumbres, su cultura y sus creencias religiosas”.

La Historia se ha escrito en España durante siglos subrayando la épica de la conquista, la evangelización y “civilización” de América, pero los “americanistas” ofrecen hoy una visión más completa y más reivindicativa de la condición humanista de Colón.

Es el caso de Consuelo Varela, directora de la Escuela de Estudios Hispano Americanos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien considera que Colón representa el modelo del hombre moderno de su tiempo, con una mentalidad de científico, pero sin olvidar el sentido práctico (económico) de su proyecto.

En su edición de “Los Cuadernos de Viajes” de Colón, Varela pone de relieve la avidez de lectura del almirante y cómo puso sus conocimientos al servicio de su expedición hacia las Indias, sin olvidar el componente de negocio que podía entrañar la aventura.

En esta misma línea, Blanca López de Mariscal, del Instituto Tecnológico de Monterrey (México), destaca la influencia en los escritos que dejó el navegante de fuentes documentales de la antig~edad clásica, entre ellas de Plinio, Marco Polo y Ptolomeo.

Se ve de manera especial en su primer diario de viaje, refundido por Fray Bartolomé de las Casas, en el que se aprecia cómo Colón llega a la conclusión errónea de que ha llegado a las Indias (Cipango -Japón- y Catay -China-) al comparar lo que veía con las descripciones geográficas realizadas por Marco Polo.

Sus descendientes ven con buenos ojos que se siga revisando la vida y obra de Colón, pero se quejan de que haya una excesiva tendencia a destacar los ángulos negativos de su hazaña.

Colón de Carvajal cree que España “denigra” a sus héroes y añade: “si le preguntamos a cualquier hombre de la calle en Inglaterra qué piensa de Nelson, dirá que es su héroe nacional y que es intocable, y lo mismo pasa con los americanos y George Washington”.

Pero en España, lamentó, hay un “empeño de buscar la peor parte de las personalidades y sacarla a la luz potenciada y multiplicada”.

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