LA HABANA (AP) _ El nuevo gobierno socialista español cumplió el mandato de la Unión Europea de invitar disidentes cubanos a su embajada, mientras anunció que espera modificar en poco tiempo las sanciones contra la isla vigentes desde el año pasado.

   Una veintena de opositores y familiares de presos políticos fueron el martes por la noche a la residencia del nuevo representante ibérico, Carlos Alonso Zaldívar, donde se conmemoró el Día de la Hispanidad.

   La semana pasada la cancillería en Madrid no estaba segura si convocaría para la celebración a los activistas, centro de una disputa entre la UE y el antiguo gobierno español con la nación caribeña.

   «Lamentablemente las relaciones actuales entre Cuba y España… son profundamente insatisfactorias»», reconoció el embajador ante unas 1.000 personas, en su mayoría diplomáticos de otros países. «Queremos mejorar la situación»», agregó.

   Las relaciones con Cuba se deterioraron bajo el gobierno de José María Aznar, de tendencia conservadora. En marzo fue derrotado en las urnas por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

   En el 2003, la Unión Europea aprobó sanciones contra Cuba, tras el arresto de disidentes acusados de colaborar con Estados Unidos para desprestigiar a La Habana. Los opositores y los funcionarios de Washington negaron las acusaciones.

   Entre las medidas está invitar a los activistas a las recepciones.

   Sin embargo, estas sanciones fueron calificadas ahora por Zaldívar de «dudosa utilidad práctica»», mientras pronosticó que serán modificadas en poco tiempo.

   «España quiere liderar ese proceso»» y abrir «un diálogo»» con el gobierno cubano, indicó el diplomático en su discurso.

   Como contrapartida los funcionarios cubanos no van a las recepciones de la UE.

   Zaldívar aclaró su interés de «trabajar con el gobierno de Cuba y también con quienes disienten»».

   Algunos de los opositores vieron en la invitación un reconocimiento a su causa, pero tomaron con cautela las palabras del embajador.

   «Los españoles tienen derecho a llevar su política»», dijo Gisela Delgado, esposa del preso Héctor Palacios.

   «Dejar de invitar a los disidentes es dejar de ser solidario con los que luchan por los derechos humanos»», advirtió Delgado.

   Para el activista Elizardo Sánchez, el discurso fue «atinado»» en su interés por el diálogo, pero indicó que los españoles tienen una «tarea ardua»» por delante, pues la administración de La Habana «no suele ser receptiva a los pedidos de apertura»».

   Por la tarde del miércoles, el líder del parlamento cubano Ricardo Alarcón, un cercano colaborador del presidente Fidel Castro calificó de «especial»» el afecto entre Cuba y España.

   «Tendremos una relación normal con los que sean capaces de reconocer ese simple dato: Cuba es y será una nación independiente»», dijo, consultado por la AP, Alarcón, quien participó en un foro sobre el embargo estadounidense a la isla.

   Según el gobierno isleño, las sanciones de la UE impulsadas por Aznar le hicieron el «juego»» el embargo de Washington a La Habana, endurecido bajo la administración de George W. Bush.