España se vuelca con los afectados por la crisis en la olvidada Baluchistán

España se vuelca con los afectados por la crisis en la olvidada Baluchistán

Dera Allah Yar (Pakistán), (EFE).- Un equipo médico español se esfuerza en aliviar el sufrimiento de los más necesitados en una zona arrasada por las inundaciones de la provincia paquistaní de Baluchistán (suroeste), inexplorada por la comunidad humanitaria occidental.

Situado en Dera Allah Yar, de unos 70.000 habitantes, el principal hospital del distrito es un destartalado edificio de paredes desconchadas y obsoletos materiales como camillas oxidadas al que se accede por caminos embarrados y aguas fétidas estancadas.

Desde esta semana, un equipo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) liderado por el jefe de ayuda humanitaria, Pablo Yuste, e integrado por 20 médicos, enfermeras o técnicos, lo utiliza como su base de operaciones para asistir a cientos de pacientes en la depauperada región.

“Tras las inundaciones el hospital estaba a un cinco por ciento de su capacidad, pero antes ya estaba muy mal. Básicamente había una sala de urgencias”, explicó a Efe el coordinador sanitario Luis de la Fuente , quien agregó que parte de la plantilla del centro se marchó cuando comenzó la crisis, al verse también afectada.

Trabajando a contrarreloj, el grupo de la AECID habilitó una farmacia dotada con parte de las 16 toneladas de una carga de medicamentos y material llegados desde España y preparó un sistema de urgencias, varias consultas de pediatría, adultos y ginecología y una unidad de hospitalización para niños deshidratados.

Desde primera hora de la mañana, el hospital era un hervidero de mujeres con niños pequeños, que aguardaban su turno en un lúgubre pasillo.

Infecciones de piel, respiratorias o diarreas, pero también malaria u otitis, son los problemas más comunes en una población que ya se encontraba en situación vulnerable antes de que la furia de las inundaciones la dejase aún más desprotegida.

En una sala, las enfermeras tratan de curar una úlcera muy extendida en la cabeza de un menor, mientras que en otra de pediatría una mujer explica sin parar de rascarse el cuerpo que sus vástagos sufren picor desde hace días, quizá semanas.

“Somos muy pobres, perdimos nuestra casa y nuestros bienes y no tenemos nada”, se lamenta la paquistaní ante la enfermera, quien diagnostica sarna y le aconseja que embadurne a todos los miembros de su familia con un ungüento al tiempo que lave la ropa para intentar que el dolor se pase.

Algo complicado ante las pésimas condiciones higiénicas omnipresentes en todo el distrito de Jafarabad, en el que entre escombros, fango y miseria se desperdigan varios campamentos de damnificados, en los que a menudo la gente vive al lado de sus cabezas de ganado.

Con más de 2.000 aldeas inundadas, 75.000 viviendas destruidas y 100.000 familias afectadas, especialmente en Jafarabad y otra demarcación colindante, Baluchistán no es, pese a todo, la provincia más golpeada por las graves inundaciones que desde finales de julio han azotado a Pakistán.

No obstante, su situación de inestabilidad por ser feudo de grupos armados nacionalistas que actúan contra el Estado en algunos lugares y de insurgentes talibanes, dada su frontera con Afganistán, la convierten en una zona casi prohibida para la comunidad internacional.

Y a pesar de estar poco poblada, Baluchistán es la región más extensa del país, una provincia inhóspita en la que se suceden áridas montañas e interminables llanuras desérticas hasta que se llega a las proximidades del Indo, donde los campos se vuelven primero verdes y luego aparece un vasto territorio todavía anegado por las aguas.

“Insistimos mucho en venir a la zona más necesitada, estamos especializados en trabajar en lugares de difícil acceso. Baluchistán es la zona más olvidada de Pakistán”, expuso a Efe Yuste.

De hecho, para ir allí, adonde tan solo organizaciones humanitarias turcas e iraníes han llegado antes, su equipo tuvo que hacer una larga travesía de un día entre avión, helicóptero y automóvil.

“España viene a ayudar a Pakistán porque ésta es una de las crisis mas extensas de la historia. La decisión no es tanto política, cuanto estrictamente humanitaria”, subrayó el responsable de la AECID.

El grupo permanecerá hasta el próximo día 8 en Dera Allah Yar, donde también instalará un centro de atención médica junto a un campo de acogida, mientras que el Gobierno español baraja la posibilidad de que en las próximas semanas aterricen en Pakistán nuevos contingentes de ayuda con el fin de consolidar el trabajo iniciado. EFE

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