España, timing de captura

España, timing de captura

De un tiempo acá, la justicia española hace su trabajo. Recientemente han desenmascarado a un delincuente al que todos suponían intocable. Se trata de Jordi Pujol, presidente de La Generalitat catalana por 23 años y sumo pontífice del catalanismo a ultranza. Su hijo, cerebro financiero de la organización mafiosa bajo su mando, ya está sometido.

La cleptocracia no es novedad, aquí lo sabemos, pero el caso del ex presidente catalán es excepcional. No se trata de un politiquito caribeño intrascendente, sino de un importante personaje de la unión europea. Un “pico de oro” venerado por sus compatriotas independentistas, un mandamás de esos que quitan y ponen. Aseguran que el actual presidente de Cataluña es de su hechura.

Otra particularidad de esta captura es la confesión del delito. Este altisonante retórico disfrazado de patriota, admitió la existencia del botín. Los caudales descansan en 113 cuentas bancarias distribuidas en bancos y paraísos fiscales por todo el mundo. Sumas que, de comprobarse, superarán las robadas por gobernantes hispanoamericanos y africanos.

Usando eficazmente la demagogia secesionista, este espécimen repugnante de “líder” robaba a los catalanes en comandita con su esposa e hijos. Mantuvo la judicatura a su servicio, convirtiendo cualquier acusación en su contra en “ataques del gobierno central a la autonomía catalana…”. Un embaucador desaprensivo al mejor estilo dominicano.

Cataluña vive semanas de pesadilla y espera anonadada castigos ejemplares. La Generalitat, intentando apartarse en algo del gerifalte, le ha suspendido todos y cada uno de los privilegios que como ex presidente le correspondían, incluido el título de “Honorable”.

En el cénit de la desfachatez, este Don Corleone ataviado de prócer, es dueño y director del “Centro de Estudios Jordi Pujol”, fundación dedicada – ¡léase bien! – a la promoción y desarrollo de la ética y los valores de la juventud catalana. “Con tres pares…”, dicen en la península. ¿En realidad creyó que al desdoblarse de esa manera podría permanecer impune y ganarse el perdón de sus pecados?

Los Pujol Ferrusola venían siendo investigados desde 2012, pero su influencia mantuvo engavetados los expedientes. La justicia trabajaba lenta, sin presiones, de brazos caídos. Sin embargo las circunstancias cambiaron: España se encuentra en tiempo de captura. Piden cuentas y sanciones, el fin de la tapadera y del pillaje autorizado.

La sociedad ha entendido que la corrupción es uno de los protagonistas del descalabro que les viene abrumando. Para ellos, la impunidad es insostenible y debe concluir. Saben que con una clase política desprestigiada se repetirá el desastre. Demandan el adecentamiento sin contemplaciones.

Es el ciudadano quien ha impuesto el timing de la captura. Por eso, cada partido, conociendo el peligro en que se encuentran, hace esfuerzos inequívocos para quitarse las garrapatas de encima. Intentan cooperar, el voto está en juego, la corrupción cuenta.

Mientras los españoles ya entienden, nosotros todavía no entendemos nada. De ahí que rabiemos por el gravamen de impuestos a compras por internet, pero bostecemos frente al saqueo que originó la depredación fiscal aplaudiendo al Presidente.

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