DIONISIO SOLDEVILA
ETA vivió su momento más glorioso cuando Carrero Branco y su auto volaron al infierno, todos sus crímenes quedaron juzgados y su sentencia cumplida.

Pero los jefes de ETA no se dieron cuenta, parece ser, que la muerte de Franco, caudillo y tirano de España, y la transición del gobierno de Arias cambiaron totalmente la realidad política del país. Luego, los tres períodos del PSOE y Felipe González, trajeron a España un aire nuevo, otra vida, la democracia y la libertad.

ETA se quedó políticamente en la dictadura, se fue achicando y aislándose, sin participar en el nuevo capítulo de elecciones, del parlamento, de la libertad de expresión y en el profundo cambio económico de la población.

Ahora con Rodríguez Zapatero, España regresa a la democracia plena, con sus adelantos y reveses, regresa las tropas de Irak y abre de par en par para que ETA abandone su política de los tiempos de Franco y se integre a la legalidad democrática.

La lucha ahora es para lograr el apoyo de las mayorías por medio de las urnas, el poder nace del voto de los electores.

El presidente del Gobierno y su equipo, con un juicioso conocimiento de la realidad española, han colocado a ETA entre la paz o su extinción.

Con el comunicado donde se hace el compromiso de no más atentados, el país vasco y su gente entran progresivamente en el verano de la paz, gracias a la política del PSOE y su gobierno.

A pesar de las rabietas de Rajoy y su Partido Popular, de sus intransigencias e intrigas, el gobierno español avanza con pasos firmes hacia la paz.

Los sondeos colocan al PSOE a la cabeza de las preferencias del electorado español, con firmeza y sorteando las dificultades. A sabiendas de que es un camino tortuoso el de la paz, el presidente del gobierno conduce el país hacia el más importante logro desde la salida de Felipe González del poder, el otro gran triunfo para España y para Zapatero, el triunfo de la paz.