BARCELONA, España, (EFE).- El pívot de la selección española Pau Gasol admitió ayer que todavía no ha visto ni una sola imagen de la final del pasado Europeo ante Rusia, «y no creo que las vaya a ver durante un buen tiempo».

El jugador catalán, que ha estado estos últimos días en Barcelona con su familia «para desconectar de todo y recuperar fuerzas» antes de viajar a Estados Unidos para la pretemporada con Memphis Grizzlies, ofreció su última rueda de prensa en España y expresó su deseo de pasar página lo antes posible.

Gasol explicó que después del partido ante los rusos, en el que falló el tiro decisivo que hubiera dado la medalla de oro a los de Pepu Hernández, repasó «unas cuantas veces» todos sus acciones «y también las del equipo», y negó haberse sentido poco arropado por sus compañeros en los últimos minutos del partido, en los que el resto apenas miró el aro.

«No me sentí solo. Lo intentamos todo el equipo, aunque es cierto que me buscaron más a mí, porque yo tenía muchas ganas de producir, con tiros, con pases, con lo que fuera. Tenía ganas de pelota en cada posesión y, si he de tirarlas todas en una final, las tiraré, porque yo no me escondo nunca», dijo.

Pau Gasol comparó la decepción que sintió cuando una fractura en un dedo del pie ante Argentina le dejó fuera de la final del pasado Mundial ante Grecia, con la desolación que le produjo fallar el último tiro del Europeo ante Rusia.

«Una herida (la de perder la final del Eurobasket) quizá hace mas daño, pero cicatriza antes que la otra, pues la lesión en el pie me obligó a pasar por el quirófano y me tuvo tres meses sin jugar. Aunque entonces dije que firmaba romperme el pie y ganar el oro, no sé si estaba vez habría firmado romperme el otro pie y llevarnos la victoria», apuntó.