Españoles seguirán en suelo iraquí

Españoles seguirán en suelo iraquí

MADRID (AFP).- El presidente del gobierno español, José María Aznar, reafirmó el martes la permanencia española en Irak pues una retirada «sería ceder al chantaje del terror», horas después de los funerales de Estado de siete agentes de inteligencia asesinados el sábado en una emboscada en Irak.

Las exequias de los siete espías españoles se llevaron a cabo al mediodía (11H00 GMT) en el patio de la sede del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en las afueras de Madrid, presididas por los soberanos españoles, Juan Carlos I y Doña Sofía, acompañados por el príncipe Felipe de Borbón.

Los tres miembros de la familia real, serios y visiblemente afectados, en particular la reina, fueron los únicos que se acercaron a dar su pésame a los familiares de los difuntos.

En su homilía de cuerpo presente, el vicario general castrense, Daniel Ponte Rodríguez, afirmó que los agentes, de entre 36 y 49 años de edad, fueron víctimas del «latigazo terrorista» cuando trabajaban «en una misión de paz».

A la ceremonia asistieron el presidente del gobierno español, José María Aznar, sus ministros, entre éstos los titulares de Defensa, Federico Trillo y de Exteriores, Ana Palacio, y la clase política en su conjunto, en un día de luto oficial en España, donde las banderas ondearon a media asta.

Los agentes Carlos Baró Ollero, Alfonso Vega Calvo, Luis Ignacio Zanón Tarazona, Alberto Martínez González, José Merino Olivera, José Carlos Rodríguez Pérez y José Lucas Egea, todos militares, fueron condecorados con la Cruz Oficial de la Orden del Mérito Civil, que el rey Juan Carlos se encargó de colocar encima de cada féretro, cubierto con la bandera española.

Un octavo agente, José Manuel Sánchez Riera, sobrevivió al ataque.

La ceremonia, transmitida en directo por la Televisión Española (TVE), no fue asequible al resto de la prensa, que se quejó enérgicamente incluso desde medios afines al gobierno, como el diario ABC, que calificó la decisión de «reflejo autoritario».

«No habrá cobertura de prensa en los funerales de Estado» de los agentes del CNI, se limitó a anunciar el ministerio de Defensa.

Horas después del acto fúnebre, Aznar habló sobre la situación en Irak ante el pleno del Congreso de los Diputados, en su primera comparecencia desde fines de marzo pasado, que según la oposición debería habar aplazado para respetar el duelo nacional por la muerte de los agentes secretos.

«Hemos demostrado que la mejor manera de combatir al terror es no ceder a los chantajes y mantener nuestras convicciones», sostuvo Aznar, ferviente defensor de la intervención armada anglo-estadounidense en Irak, donde desde mediados de agosto, fallecieron 10 militares españoles, ocho de ellos pertenecientes a los servicios de inteligencia.

El secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero pidió a Aznar que rectifique sus «siete errores», entre los cuales enumeró «el concepto de guerra preventiva, apoyar la invasión de Irak sin autorización de la ONU, usar excusas falsas como la existencia de armas de destrucción masiva y enviar tropas sin el respaldo del parlamento».

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