Madrid (EFE).- La mayoría de los españoles apuesta por condonar la deuda a los estados más pobres y considera que los inmigrantes llegan a España huyendo de la miseria, según constató ayer el II Barómetro “América Latina y la Cooperación al Desarrollo”, que también apuntó un menor interés por Iberoamérica en este país.

Este informe fue presentado este martes en el Ministerio español de Asuntos Exteriores por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín; la directora de la Fundación Carolina, Rosa Conde, y el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Fernando Vallespín.

La encuesta ofrece una visión clave acerca de lo que piensan los españoles sobre la cooperación al desarrollo y las relaciones con los países latinoamericanos, y, como indicó la ex ministra Rosa Conde, es una “radiografía” indispensable que permite al Gobierno confirmar “que va por el buen camino”.

Entre las conclusiones que establece este segundo barómetro elaborado por el CIS bajo los auspicios de la Fundación Carolina y el Ministerio de Exteriores se destaca el compromiso creciente de los españoles con la cooperación al desarrollo impulsada por el Gobierno, pero también aparecen puntos que despiertan preocupación.

Así, el 81 por ciento de los 2.475 españoles consultados está convencido de que España “debe cooperar internacionalmente para ayudar a solucionar los problemas que tienen los países menos desarrollados, aunque ello tenga costes” para sus bolsillos, indicó Pajín en la presentación del informe.

También se indica que el 68 por ciento de los encuestados está a favor de dedicar en un futuro el 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto español a la cooperación internacional, con dos de cada tres favorables a la condonación de la deuda exterior de los países más pobres.

Precisamente ayer el Gobierno español informó de que España condonó casi 1.950 millones de dólares de deuda externa a los países en desarrollo desde el comienzo de esta legislatura, un 63 por ciento más que el dinero condonado en la anterior etapa.

Gran parte de esa condonación, con programas de conversión de deuda en inversiones públicas, ha revertido en Iberoamérica, aunque lo que indica también el informe presentado hoy es que sigue decreciendo el interés de los españoles por esa región, a la par que crece hacia otras zonas del mundo, como Oriente Medio y África.

En la encuesta, se subraya que aún subsisten “estereotipos negativos” respecto a América Latina, aunque permanezca la imagen “favorable” que tienen en general los españoles de esa parte del mundo.

La identificación de los españoles, sin embargo, es mayor con los países de la Unión Europea, “con quienes se aprecian más semejanzas y, sobre todo, una mayor comunión de intereses”.

Así, el número de entrevistados que presta mayor atención a la integración europea es más del doble de quienes lo hacen a las relaciones con Latinoamérica.

De esta zona del mundo, los encuestados destacan que el principal problema latinoamericano es “la corrupción de los gobernantes”, seguido de la difícil situación económica, las desigualdades sociales, la falta de democracia y la influencia de Estados Unidos en la región.

Sobre las relaciones hispano-latinoamericanas, los españoles piensan que hay un mayor nivel de lazos económicos que políticos y se mantiene la idea de que la imagen española sale fortalecida por la actuación de sus empresas en Iberoamérica.

No obstante, los encuestados creen en su mayor parte que, de esta relación, salen más beneficiadas las compañías españolas que los países donde operan y que en términos laborales, sociales y ambientales tales firmas son menos responsables al otro lado del Atlántico que en la propia España.

Sobre los inmigrantes, casi cuatro de cada cinco españoles creen que la razón última de su llegada a España es “la pobreza y la falta de desarrollo en sus países de origen y no la situación española o las leyes existentes en la materia”, que, según los críticos con el Gobierno, actúan como una especie de “efecto llamada”.

Además, un 42 por ciento cree que la inmigración beneficia sobre todo a los países de origen de los extranjeros por las remesas de dinero que envían.

Sólo un 25 por ciento de los españoles considera que la inmigración beneficia más a España, por el trabajo que los extranjeros realizan en este país.

El presidente del CIS explicó que los datos de la encuesta muestran un fuerte respaldo de los españoles a la concesión a los inmigrantes de una igualdad de derechos sociales y políticos, incluyendo la posibilidad de votar en unos comicios generales.

Sin embargo, Vallespín pidió no llevarse a engaño y subrayó que los españoles siguen preocupados por la inmigración y muchos consideran incluso necesario limitar su afluencia.