Según UNICEF: “Los movimientos migratorios a gran escala han crecido mucho en los últimos años. Actualmente, alrededor de 150 millones de personas viven y trabajan fuera de sus países de origen. Las razones que tienen para abandonar su país de origen son muy distintas y cambian de una persona a otra. Sin embargo, podemos identificar una serie de circunstancias que llevan a estas personas a abandonar su hogar y buscar un mejor futuro en otro lugar. La exclusión social y económica, la atracción que ejercen los países más desarrollados, la necesidad que tienen esos países de contar con la migración, los conflictos armados internos y los desastres naturales, todas ellas son causas que provocan migración.”

El 18 de diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante. Los Estados Miembros de la ONU, así como organizaciones intergubernamentales y organizaciones no-gubernamentales, están invitados a observar este día a través de la difusión de información sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de los migrantes, el intercambio de experiencias y la formulación de medidas para protegerlos.

Se recordará ese día a todos lo que se sacrifican y se han sacrificado en otros países tratando de mejorar la situación económica de sus hogares. Para la mayoría de los paisanos que tienen familia trabajando en el extranjero, la migración resulta ser una experiencia positiva y enriquecedora, así como para las sociedades de origen y de acogida, aunque reconocen que sus familiares tienen que aguantar la discriminación, la explotación y muchas veces hasta el abuso. Con frecuencia son víctimas de incitación al odio, acoso y violencia. Se les culpa injustamente de la criminalidad y las dificultades económicas y son objeto de una discriminación generalizada, por ello el apoyo que envían es muy valioso y se está invirtiendo en programas que promuevan su aceptación y valoración. En muchos países, como aquí, aún le sacan mayor provecho al trabajo que hacen los migrantes, que no son capaces de hacer los mismos locales.

Sería bueno aprovechar la ocasión del Día Internacional del emigrante para, a través de juegos, cuentos y canciones, dar a conocer las expresiones culturales de personas que viven cerca y que provienen de otras culturas. Con los diversos textos sobre la inmigración se puede enseñar en el aula la realidad del fenómeno migratorio.

El número de migrantes se duplicará para el 2050 y excederá los cuatrocientos millones, según la Organización Mundial para las Migraciones. Esto nos va a exigir prestar más atención a las distintas historias: la de la mujer víctima de la explotación sexual, la del indocumentado que busca sobrevivir y se le niega la protección que necesita, la de los niños que también sufren explotación y abuso… Por desgracia, las personas tendemos a confundirlo todo: el migrante no es ninguna amenaza; el auténtico peligro es nuestro egoísmo.