Especialista del comercio

Especialista del comercio

WASHINGTON,  (AFP) – Robert Zoellick, 53 años, ex número dos del departamento de Estado y miembro del banco Goldman Sachs, nombrado ayer para ocupar la presidencia del Banco Mundial por su consejo directivo, es un gurú del libre comercio, especialista de la diplomacia y del comercio internacional.

 Grande y de físico deportivo, de 52 años, con un pequeño bigote y ojos brillantes detrás de unos anteojos rectangulares, «Bob» Zoellick construyó su carrera política en una estrategia muy simple: loar al libre comercio como una nueva forma de diplomacia.

 Desde junio de 2006, trabajaba en Goldman Sachs donde ya había cumplido un papel de consejero internacional.

 Entre enero de 2005 y junio de 2006, había formado un tándem con la secretaria de Estado Condoleezza Rice, realizando delicadas negociaciones para tratar de lograr un acuerdo con el gobierno de Sudán sobre la región de Darfour.  También consagró energías a las relaciones con China para hacer de Pekín «un verdadero miembro» del mundo de los negocios, presionando al mismo tiempo a China a revaluar su moneda, y convertirse en «accionista responsable» del sistema internacional.  «Mi rol como potencial presidente es intentar sanar la institución, superar algunos de los conflictos, las heridas, las frustraciones. No será fácil», dijo Zoellick  en Brasilia, semanas atrás.  Zoellick había sido antes el 13er. representante especial estadounidense para el Comercio,  encargado de las negociaciones ante la Organización Mundial de Comercio.  Luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001, había afirmado que la lucha contra el terrorismo era liberalización del comercio.

BM: Institución cuestionada

   WASHINGTON,  (AFP) – El Banco Mundial, cuyo consejo directivo nombró ayer a Robert Zoellick para ocupar la presidencia del organismo, se presenta a sí mismo como el líder mundial en la lucha contra la pobreza, pero sus detractores estiman que la institución también es una parte del problema que intenta combatir. 

Creado en 1944 como Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, la institución afirma actualmente que su primer objetivo es reducir la pobreza en el mundo, donde 1.200 millones de personas ganan menos de un dólar por día.  En 2004,  financió con un presupuesto anual de 9.000 millones  unos 158 programas de asistencia en 62 países pobres sin acceso a los capitales internacionales.  Los créditos distribuidos por la Asociación Internacional de Desarrollo, aprobados por los 24 miembros del Consejo de administración que representa a los 184 Estados miembros de la institución, son rembolsables en 30 o 40 años.

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