Los feminicidios en la República Dominicana, como en otros países de Latinoamérica,  han registrado un incremento aproximado de 17%  en relación al año pasado, de acuerdo a la especialista en violencia intrafamiliar Ivonne Ortiz, representante de la organización estadounidense Alianza Latina para Erradicar la Violencia Doméstica.

A juicio de la experta la situación se debe a diferentes factores, dentro de los que priman  la vergüenza que sienten las mujeres a denunciar el maltrato  de sus parejas y la situación económica. Explica que a eso se suma la presión social, familiar y religiosa.

Ortiz, quien visitó el país para desarrollar un programa de educación conjunto con el Comisionado de Apoyo a la Reforma de la Justicia y el Centro Franklin de la Embajada de Estados Unidos, explicó que entre los años 2005 al 2010 en la República Dominicana se cometieron  1,153 feminicidios, de los cuales 606 fueron íntimos.

Calificó la cifra como alarmante, al tiempo que señaló que por ello se refuerzan los programas de prevención.

“Tenemos una sociedad dando la espalda, cuando sabemos que tenemos una comunidad, una pareja que está sufriendo de violencia intrafamiliar y no hacemos nada, estamos apoyando la violencia, dando nuestra espalda”, expresó.

En ese sentido, resaltó los programas que se realizan en el país como el Centro de Atención a Víctimas del Ministerio Público que concentra todo tipo de atención en un solo lugar, evitando que la persona agredida tenga que recrear varias veces su situación. Además valoró  las campañas de prevención que se realizan.

Florece en silencio.  Ortiz explicó que una de las causas que impiden detectar desde fuera los casos de violencia doméstica es que esos episodios “florecen en el silencio, escondidos, detrás de las puertas cerradas de un hogar”, señaló. 

A su juicio eso impide que se conozca el número de feminicidios que había hace 20 años, porque probablemente una mujer moría por golpes y se decía que se había caído u otra excusa “y nadie más hablaba más nada de eso”.

Dominada por afecto.  Ortiz explica que una de las barreras comunes en la mujer latinoamericana es que quieren que la violencia en su hogar termine, pero no quieren dejar la pareja. Y señala que cuando toman la decisión de romper con eso es el momento  en el que se presentan las agresiones más peligrosas.

“A veces nos olvidamos que ellas  tienen sentimientos de afecto por su pareja”.

Sin embargo, expresa que ese comportamiento varía en  mujeres de clase alta que además de la parte afectiva, temen perder el estatus.

En alerta

La especialista en temas de violencia doméstica considera que la comunidad debe unirse para que ayude en la prevención de los casos. Sugiere a las mujeres que son víctimas de agresión que lo comuniquen a alguien y que cuando se presente la agresión trate de alejarse de la cocina o de lugares en los que haya objetos con los que la puedan golpear. Considera que mientras más hacia una puerta de salida esté, será mejor. Otra exhortación es coordinar con vecinos alertas como el encendido de una luz,  en caso de agresión.