Especialistas retratan los lastres e identifican las oportunidades de avance

Especialistas retratan los lastres e identifican las oportunidades de avance

José Rafael Yunén y Nelson Rodríguez Monegro

Los indicadores sanitarios como la mortalidad materna, la mortalidad neonatal, la infantil y la general, dejan claramente establecidas las graves deficiencias del sistema. Los expertos no vislumbran con claridad mejoría para el próximo quinquenio.

Los doctores Nelson Rodríguez Monegro y José Rafael Yunén analizan para Hoy la situación del sistema y los desafíos en los próximos cinco años.

El sistema de salud tiene una baja cobertura de vacunación para enfermedades inmunoprevenibles en la infancia, mortalidad ni prevé discapacidad por accidentes de tránsito, embarazos en adolescentes, elevado por ciento de la población con enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes, obesidad y sobre peso, hipertensión arterial y enfermedad renal crónica, analiza Rodríguez Monegro.

El país tiene una alta incidencia de enfermedades como los cánceres y los suicidios, exhibe un liderazgo en términos negativos en Latinoamérica y el Caribe, y en accidentes de tránsito somos punteros a nivel mundial, asegura el doctor Rodríguez Monegro.

Una vergüenza

“Es una vergüenza nacional, que no se corresponde con el nivel de desarrollo socioeconómico del país. Hay que revisar las políticas sanitarias y la estructura organizacional, funcional y operacional del sistema de salud”, insiste.

El país reprobó es temas tan importantes como el financiamiento, la cobertura universal, atención integral, individual y colectiva, la prevención de enfermedades, promoción de la salud, diagnóstico temprano, tratamiento oportuno, la rehabilitación y el abordaje paliativo de enfermedades incurables y terminales.

Luce perdido

El Ministerio de Salud no se queda atrás en la actual situación; luce perdido y con desconocimiento e incapacidad de asumir y ejecutar sus funciones esenciales. Actúa en forma reactiva ante las evidencias de situaciones puestas al conocimiento de la sociedad por las propias comunidades y el periodismo de investigación, analiza el experto.

“Falsea y oculta informaciones de estadísticas vitales, que son expresiones del desempeño del sistema, tratando en vano de producir en el papel y el discurso lo que no logran en los hechos y como si fuera poco, se designan comisiones de investigación frente a denuncias escandalosas, pero los resultados nunca se ven, se pierden y olvidan en el tiempo de espera”, deplora el ex director del Servicio Nacional de Salud.

Atención Primaria sin estreno

Desde el 18 de diciembre de 2014, se emitió la resolución 000026 del Ministerio de Salud. Se aprobó la puesta en ejecución del Modelo de Atención basado en la Estrategia de Atención Primaria (APA) y las Redes Integrales de Servicios de Salud (RISS), modelo que ha demostrado ser lo más eficiente en todo el mundo, sin importar que sean países desarrollados o en vía de desarrollo, comenta. Se inició su implementación a modo de piloto en la provincia de Monte Plata, la ciudad de Barahona, y la región 3 de salud: Samaná, María Trinidad Sánchez, Duarte y Hermanas Mirabal; se interrumpió o abortó ante los problemas con el liderazgo político local y falta de financiamiento.

Todo lo referente a la Atención Primaria se ha quedado en el discurso; por otro lado, lo de las Redes Integrales de Atención sigue siendo una quimera. Permanecen los servicios desarticulados, aislados, fragmentados y segmentados.

Algo que demuestra deterioro en servicios de salud es el componente referente a la atención pre hospitalaria. Esto corresponde al sistema 911 que auxilia a los ciudadanos en los eventos de salud en las comunidades, en las vías. Desde su inauguración en la gestión pasada fue todo un acontecimiento; su actuación era elogiada por la ciudadanía por su eficiencia y la calidad; hoy llueven las inconformidades, es un servicio que se ha deteriorado, que languidece.

Recursos humanos

Un sistema de salud no puede ser eficiente sin contar con recursos humanos capacitados, competentes, empoderados, humanizados, bien remunerados, donde prime la meritocracia, en el nivel operativo y gerencial, analiza. Desde hace años, la gente llega a los puestos por vía política. Los que atienden a las personas en forma directa arrastran graves deficiencias en su formación, desde el nivel de grado a la especialización, afirma el especialista.

Otro elemento coadyuvante en la mala calidad de la atención es el que los servicios en los hospitales de complejidad descansan en los médicos residentes, que son estudiantes en formación de las especialidades, sin ninguna supervisión; hay excepciones.

El financiamiento es muy bajo, el país tiene la media del promedio en La América Latina, se aboga por el famoso 5% del PIB, pero debe mediar con anterioridad una planificación y priorización sobre las áreas específicas de inversión, su costo efectividad, para que no ocurra lo de Educación, analiza. Sigue un gasto de bolsillo alto por parte de las familias, lo que demuestra un fracaso, incluso por parte sistema de la Seguridad Social, en lograr ese objetivo.

Atrapados

“Cuando intentamos revisar el horizonte del futuro de nuestro sistema de salud, nos entristecemos, porque no vemos futuro promisorio”. Ningún Gobierno en el pasado o en el presente se ha atrevido a intervenir en favor de un auténtico sistema de salud, por el supuesto costo político que esto podría acarrear, en un modelo político partidario electoral basado en el clientelismo.

José Rafael Yunén

Para el doctor Yunén, quien es egresado como médico de la Universidad Central de Puerto Rico y con especialidades en The Mount Sinai Hospital, Nueva York, asegura que, en los últimos años, República Dominicana se ha embarcado en un programa de desarrollo socio económico que ha transformado a esta nación de casi once millones de habitantes en una democracia estable y prospera, pero el resultado de esto ha sido desigual.

Ese crecimiento sustancial en sectores como construcción, comunicaciones, educación y turismo, no alcanza el mismo ritmo en el sector Salud, el cual permanece plagado de deficiencias tanto cualitativas como cuantitativas y tiene el potencial de constituir el mayor impedimento de continuar el desarrollo en caso de no ser resueltas.

Una mezcla

Analiza que el sistema de salud nacional depende de una mezcla de instituciones públicas y privadas distribuidas principalmente en Santo Domingo, de las cuales, se pueden distinguir algunas por brindar servicios de salud de excelente nivel.

Sin embargo, a su juicio, ese nivel de excelencia llega solo a una minoría de la población.

Fuera de estos, el sistema de salud presenta muchos de los estigmas característicos del subdesarrollo, asegura el infectólogo y estudioso, presidente del Grupo Yunen.

Las instituciones públicas están sub equipadas y no cuentan con los recursos financieros ni humanos y los centros privados son pequeños en su promedio y limitan el impacto en la salud colectiva en condiciones normales, analiza el profesional, integrante de una familia de médicos.

Post pandemia

El profesional asegura que en la época post pandemia, SARS-CoV-2, el país debería evaluar los próximos pasos hacia un sistema de salud que debe permanecer proactivos.

Ve un desafío de acceso a servicios de calidad y eficiencia.

A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, todavía existen disparidades en el acceso a la atención médica entre áreas urbanas y rurales, así como entre diferentes grupos socioeconómicos.

Recursos humanos

La infraestructura y los recursos del sistema de salud también necesitan mejoras para poder brindar una atención más efectiva y oportuna a la población; indica, puede haber alianzas.

Estas alianzas podrían permitir una mejor utilización de los recursos, así como una mayor eficiencia en la prestación de servicios de salud. Se requiere fortalecer los exámenes nacionales para las residencias médicas y certificaciones en especialidades asegurarían que los profesionales de la salud cuenten con un nivel adecuado de competencia y conocimientos actualizados.

En conjunto, estas medidas podrían allanar el camino para un sistema de salud más equitativo, eficiente y modernizado en República Dominicana, brindando una atención médica de calidad a toda la población.

Perspectiva para el 2028

El sector salud marcha sin direccionalidad, sin rumbo definido, y es pasto, por desconocimiento, indiferencia, complicidad, o todos a la vez, de la mercantilización y privatización. Un subsector público famélico a merced de la vorágine del capital insaciable, que prioriza la renta al bienestar de lo que debería ser el centro del sistema, el paciente; no ve perspectivas claras para los próximos cinco años, asegura Rodríguez Monegro.

Cuando se intenta analizar el horizonte del futuro de nuestro sistema de salud, “produce tristeza, porque no se visualiza un futuro promisorio. Estamos, como la película aquella: “Atrapados sin salida”.

Para el doctor Yunen, en los próximos cinco años, el sistema de salud tiene el reto de avanzar y cree que deberían implementarse de alianzas público-privada. Estas alianzas podrían permitir una mejor utilización de los recursos así como una mayor eficiencia en la prestación de servicios de salud. Además, fortalecer los exámenes nacionales para las residencias médicas y certificaciones en especialidades que asegurarían que los profesionales de la salud cuenten con un nivel adecuado de competencia y conocimientos actualizados.

Estas alianzas podrían permitir una mejor utilización de los recursos, así como una mayor eficiencia en la prestación de servicios de salud, insiste.

Además, fortalecer los exámenes nacionales para las residencias médicas y certificaciones en especialidades asegurarían que los profesionales de la salud cuenten con un nivel adecuado de competencia y conocimientos actualizados.

En cinco años, se necesita tener un enfoque educativo técnico más sólido, que incluya el fortalecimiento de diferentes áreas como enfermería, asistentes médicos, terapeutas respiratorios, terapeutas físicos, psicólogos, farmacéuticos clínicos, bioanalistas y expertos actuariales podrían fomentar una medicina multidisciplinaria, integral y basada en el valor. La integración de datos y la digitalización del sistema de salud también podrían mejorar la coordinación y la calidad de la atención, permitiendo un canal bidireccional donde tanto el prestador de servicios como el paciente asuman responsabilidades compartidas.

Es esencial aprovechar la tecnología, como la inteligencia artificial, la realidad aumentada y el análisis predictivo, para mejorar la atención médica desde la salud colectiva hasta los servicios asistenciales complejos. Esto permitiría una atención más personalizada y eficiente, dijo Yunén..