Especies invasoras dañan la agricultura y la fauna autóctona

Especies invasoras dañan la agricultura y la fauna autóctona

San Juan,  (EFE).- Las especies exóticas introducidas como mascotas en Puerto Rico se han convertido en un grave problema para el país, al reproducirse por toda la geografía de la isla caribeña y causar daños a la agricultura y la fauna autóctona.

Varios tipos de monos, iguanas, caimanes y boas son una muestra de especies provenientes de América Central y del Sur, introducidas en muchos casos de forma ilegal, que han modificado la fauna de la isla y creado un problema al que ahora se enfrentan las autoridades puertorriqueñas.

El director de la Unidad de Vida Silvestre del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Ángel Atienza, explicó hoy a Efe que a los puertorriqueños les gusta tener animales poco comunes y su oficina ha tenido que lidiar hasta con tigres y osos.

La semana pasada, sin ir más lejos, se localizó un ejemplar de oso negro americano de más de un metro de alto en Bayamón.

No obstante, el principal problema de Puerto Rico es que algunas especies exóticas invasoras han conseguido establecerse de forma definitiva en la isla, como la iguana verde, llegada como mascota pero asilvestrada y extendida por toda la geografía local.

La iguana verde daña cultivos en general y se come el mangle, un árbol que crece en las desembocaduras de cursos de agua dulce y protege el terreno cuando hay huracanes.

Este saurio se ha expandido de forma desproporcionada en Puerto Rico debido al clima tropical de la isla y a que las hembras ponen un promedio de 35 huevos al año.

Atienza resaltó también que en los campos de Puerto Rico pueden observarse monos de las variedades Rhesus, Patas y Ardilla, todos introducidos hace décadas con propósitos científicos.

Los monos, concentrados en la zona este y el área de Sábana Seca, destruyen cultivos, ponen en peligro a especies endémicas y son potenciales transmisores de enfermedades a los humanos.

Los caimanes son otra especie del continente americano traída a Puerto Rico y extendida por la isla debido a su fácil adaptación a un clima tropical muy similar al de donde proceden y por no existir predador natural en la isla que pueda combatir su avance.

Atienza recordó que hace unas semanas fue localizado un caimán en aparcamiento de un concurrido centro comercial del área este de la isla, una muestra de la proliferación de esta especie invasora.

Caso parecido es el de las boas, en especial la de cola roja de Colombia, de la que, según dijo, atrapan “cinco o seis por semana”, de una longitud que puede superar los dos metros, y que, de nuevo, se convierte en un problema al no existir un predador natural.

La cotorra monje y el perico amarillo, ambas de Sudámerica, son las aves que más problemas plantean por su rápida expansión, competencia con aves autóctonas y daños a los árboles.

La lista de especies exóticas invasoras repartidas por la isla y con repercusiones para el hábitat y fauna local incluye a la mangosta, el langostino azul australiano, la almeja asiática, el pez Koi, el jacinto de agua y la melaleuca, entre otros. EFE

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