La Orquesta Sinfónica Juvenil se lució en un magnífico espectáculo junto al Coro de la Catedral, bajo la dirección de Darwin Aquino, quien demostró gran maestría con la batuta, a pesar de su juventud, en un escenario sobrecogedor como la Catedral Primada de América y en una especial ocasión como es el tradicional Concierto de Viernes Santo, auspiciado por el Banco de Reservas.
Aquino abrió el concierto dirigiendo la Orquesta Juvenil de manera individual, sin la presencia del Coro. La primera pieza fue la Overtura de Rienzi, de Richard Wagner. Después del primer acto al escenario subieron el Coro y el maestro José Delmonte, quien luego de una breve actuación retornó el escenario al joven director con la orquesta y coro.
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El concierto
Momento culminante
El momento más emocionante de la noche fue la interpretación del Oratorio La Muerte de Cristo, de la autoría de José de Jesús Ravelo, pieza estrenada precisamente en la Catedral Primada de América un Viernes Santo, el 7 de abril de 1939, bajo la dirección del propio compositor. El concierto incluyó un extenso repertorio de música sacrosanta para la ocasión.