Espejismo del crecimiento peledeísta

Espejismo del crecimiento peledeísta

Las autoridades anunciaron que el crecimiento a septiembre del 2011 había sido de 4.2%, sin agregar que la caída había sido brutal comparado con el promedio de 7.4% a septiembre de los años 2005-2010.

Lo que se esperaba era una autocrítica, diciendo que el modelo no ha funcionado, porque según el Ministerio de Economía la pobreza  a octubre del 2011 era 34.4% de la población total, muy superior al índice de 27.8% del 2001 y al divulgado por las autoridades monetarias.

 Deben ponerse de acuerdo, porque nadie puede ocultar el aumento de la pobreza, no obstante el enorme desahorro público (RD$233,000 millones o US$6,100 millones), la duplicación de la deuda pública y las cinco reformas que aumentaron la recaudación (de RD$97,506 millones a RD$390,478 millones), en los últimos siete años. Está fuera de contexto repetir la mentira de la supuesta ganancia de estabilidad macroeconómica, ocultando la co-responsabilidad que tuvieron al dolarizar la economía, sin haber probado los instrumentos de control. La historia se encargó de poner las cosas en su lugar, es evidente que todavía no se enteran.

Es una contradicción hablar de la necesidad de promover ahorro interno e inversión cuando se aplica una política devoradora de impuestos. Debieron citar que dicha política causó el pobre crecimiento de la inversión privada de 1.7%, en un periodo (2005-2010) en que la economía aumentó 7.5 por ciento.

El anímico desempeño de la inversión privada se aprecia mejor comparándolo con el 12.4% de la década de 1990. Se le hace un mejor servicio al país aceptando, para que no se repita, que la política de engullir impuestos desincentiva el ahorro privado, que junto al fuerte desahorro público (déficits del presupuesto), es responsable del hundimiento de la tasa de ahorro nacional de 15.1% en el 2005 a 7.9 por ciento del PIB en el 2010.

Debieron admitir públicamente que la inversión privada no podía crecer si el ahorro nacional se reducía 7.2 puntos porcentuales. Que si la caída de la inversión privada no fue en el mismo porcentaje de la disminución del ahorro, sino en 5.8 puntos porcentuales, se debió al aumento de las entradas netas de capitales.

Las autoridades saben y no lo dijeron, que el modelo dependiente del ahorro externo no puede continuar. También que el balance de la deuda pública (estimado en US$23 mil millones a final del 2011), hubiese sido inferior en US$6,100 millones de haberse hecho un manejo eficiente del presupuesto, que evitara desplazar inversiones privadas.

Si hay un manejo ineficiente del presupuesto público, no puede haber reducción de la pobreza, es lo contrario lo que tiene lugar. Para comprobarlo, bastaba con que las autoridades se preguntaran por el equivalente de los US$6,100 millones de déficits del presupuesto.

Se hubiesen respondido ellos mismos que representa 11 por ciento del PIB corriente del 2011 o dos veces la inversión de la Barrick Gold.  Como el rendimiento promedio anual de los activos productivos privados se estima en 15%, multiplicado por la producción que se perdió debido al manejo deficiente del presupuesto (11% del PIB corriente del 2011), se tiene que la pobreza aumentó 1.7 puntos porcentuales. No defiendan ese modelo excluyente.

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