Espejo forense puertorriqueño

Espejo forense puertorriqueño

SERGIO SARITA VALDEZ
Por su cercanía geográfica, lazos históricos y culturales, la hermana isla de Puerto Rico está estrechamente relacionada con su homóloga de Quisqueya. Tan fuertes son esas conexiones que a ningún dominicano se le ocurriría hablar de educación sin hacer mención del borinqueño y padre de la Escuela Normal, don Eugenio María de Hostos. Tampoco puedo concebir a un amante del bolero romántico en cuya memoria no se encuentren registradas las huellas musicales de don Pedro Flores y de Rafael Hernández. Los inmigrantes dominicanos son la colonia mayor en la Isla del Encanto que el gran Gautier denominara “Perla de los mares”. Don Luis Muñoz Marín abrió las puertas de la hospitalidad a los exiliados antitrujillistas, así como también en septiembre de 1963 extendió su brazo fraterno al presidente constitucional Juan Bosch, depuesto mediante un cruento golpe de Estado.

De junio de 1974 hasta finales de 1977 fijé residencia en Río Piedras, mientras laboraba en el Instituto de Medicina Legal y el Departamento de Patología de la Escuela de Medicina de Puerto Rico. Allí, aparte de las tareas médicas de enseñanza, logré  además compenetrarme con la idiosincrasia de un pueblo que vibraba al ritmo de la danza, la bomba, la plena, la salsa y el merengue. El triculí, el don Q, los guineítos encebollados, el arroz con gandules, el mofongo, el lechoncito asado, el pastel y las otras delicias que acompañan a los asaltos navideños amarran de tal forma al visitante que jamás logra éste, aunque pretenda, zafarse del embrujo de ese nudo de amistad.

Por lo arriba expuesto y por muchas cosas más es por lo que desde entonces seguimos con suma atención los acontecimientos sociales, políticos y hasta atmosféricos que suceden en la tierra de Emeterio Betances, Pedro Albizu Campos, Luis Llorens Torres y de Julia de Burgos. Nos dolió cual golpe de lanza la angustiante noticia del despido de más de cien mil hombres y mujeres empleados en distintos instituciones gubernamentales del Estado Libre Asociado.

Más dolor nos ha causado saber de las lamentables condiciones en que se desenvuelve la práctica de la medicina forense puertorriqueña.

En fecha lunes, 29 de mayo de 2006, el periódico Primera Hora se hizo eco de un cable de Prensa Asociada referente a la profunda crisis que abate al Instituto de Ciencias Forenses de Puerto Rico. El titular del diario era el siguiente: Presentan Informe final sobre el Instituto de Ciencias Forenses. Comisión cameral recomienda sustitución de Pío Rechani. El texto era como sigue: “La investigación cameral sobre el funcionamiento del Instituto de Ciencias Forense (ICF) recomendó, entre otras cosas, la posible sustitución del director ejecutivo de esa institución, Pío Rechani, a quien le atribuyó la mayoría de las fallas operacionales. El representante Gabriel Rodríguez Aguiló, presidente de la Comisión cameral de Salud, organismo que dirigió la pesquisa, indicó el lunes que el informe final también recomienda una mayor inversión en las instalaciones físicas del ICF y el restablecimiento del programa de residencia. ”El caos que existe dentro del ICF es de conocimiento público. ha sido reseñado en los medios de comunicación y ha sido constatado por esta comisión en nuestras múltiples inspecciones oculares”, dijo el legislador.

“Aunque estamos conscientes de la situación fiscal que el ICF ha atravesado, entendemos que muchas de las deficiencias que se encontraron se deben a una mala administración de muchos años y a la falta de comunicación y conocimiento de la gerencia del ICF”, agregó. Entre otras recomendaciones contenidas en el documento, Rodríguez Aguiló mencionó que se apruebe una ley que ordene que el titular del ICF sea un patólogo forense, para asegurar que el liderato de la agencia tenga conocimiento pleno de la labor y servicio que prestan los patólogos forenses. Según el representante novoprogresista, la gerencia del ICF ignora los reclamos y las necesidades de esos profesionales. Sostuvo, además, que los patólogos forenses en el ICF laboran “en condiciones tétricas” con equipos que no funcionan o que están obsoletos…La Comisión cameral de Salud recomendó, además, que se asignen más fondos para construir una nueva nevera con capacidad para almacenar hasta 100 cadáveres, de manera que se evite el hacinamiento de cuerpos que ha sido señalado en el pasado”.

El Instituto de Ciencias Forenses de Puerto Rico viene siendo utilizado como paradigma de su homólogo dominicano. El ministerio público nacional se asesora con las mismas autoridades puertorriqueñas que ahora son acusadas de las graves fallas allí presentes. Aquí cabe como anillo al dedo el viejo refrán que dice: “Cuando veas que están cortando las barbas de tu vecino pon las tuyas en remojo”. Lo que pasa en San Juan es cuestión de tiempo para que cual tormenta convertida en huracán se produzca con mayor intensidad y cause peores daños en Santo Domingo.

¡Pobre de aquellos que teniendo ojos no vieron, sus oídos no escucharon, ni sus mentes entendieron el mensaje codificado! Seguirán la ruta del abismo y caerán en el precipicio de donde no regresan jamás los peregrinos.

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