Los espejos de pie son un elemento decorativo excepcional; consiguen transformar completamente los espacios donde se colocan.
Además de dar una sensación de continuidad, amplitud y profundidad, este tipo de piezas en particular, aporta un toque romántico al espacio, sobre todo si se trata de un espejo antiguo, un elemento práctico y decorativo que ofrece resultados extraordinarios.
Resulta sencillo adaptar este tipo de espejo a diferentes espacios; los hay de distintos tamaños y formas, y su marco suele ser metálico o con acabado similar.
Estas piezas darán un toque personal y elegante a la habitación y reflejarán la luz, además de todo aquello que nosotros queramos destacar de la habitación.
Dónde colocarlos. Los espejos de pie son perfectos tanto para el recibidor como para el dormitorio.
En una habitación rústica o de estilo bohemio, los espejos de madera bruta o envejecida pueden ayudar a reafirmar esa tendencia. Lo mismo ocurre con los espejos de pie en tonos pastel o blanco en las habitaciones más románticas, o los de marco dorado para esas sofisticadas habitaciones de aires “vintage”.