El crecimiento del ingreso de remesas al país, al igual que a las demás naciones  latinoamericanas y del Caribe, será por debajo de cero para este año, según pronósticos de expertos.

En el 2008  hubo una desaceleración notable, a partir de julio, en el envío de remesas tanto de Estados Unidos como de España, debido a la crisis financiera. Se marcó principalmente en el último trimestre, pero de todas maneras aunque no se conocen las cifras oficiales, se espera  un crecimiento de 2% a 3%, el cual no se compara con el clásico 8% a 10% de los años anteriores en los últimos 10 años, que siempre ha crecido en esa  dirección.

En cuanto a las proyecciones de este año, “no nos atrevemos ni siquiera a hacer predicciones, porque la verdad es que todo apunta hacia que vamos a estar por debajo de  cero en asuntos de crecimiento de remesas, si se mantiene el desempleo (de más de 7%) en Estados Unidos” y en España ese porcentaje es superior, de acuerdo a Freddy Ortiz, presidente de la Asociación de Empresas Remesadoras de Divisas (Aderedi). Agrega que eso significa que  no va a ser un año bueno para las remesas, pero no podemos hablar de cifras. De hecho, la directiva de la asociación tomó la decisión de que no se hable de predicciones en materia de remeses, porque en realidad molesta a ciertos sectores.

Pero ocurre, dice, que las noticias económicas internacionales de Estados Unidos y de España se están encargando de decir qué es lo que se proyecta. Entonces eso es lo que entendemos que va a ocurrir. Hay esperanza de que con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca va a mejorar el desempleo en los Estados Unidos, aunque su recuperación se podría tomar mucho tiempo. Obama comenzará a crear empleos desde su llegada, pero eso no se hace con acto de magia. Crear empleo necesita infraestructura, inversión, recursos, captación  de capitales, crear las bases de confiabilidad para que lleguen inversionistas extranjeros a EEUU, opina Ortiz. Ese no es un asunto que se resuelve en tres o cinco meses. Le va a tomar mas de un año  comenzar a ver resultados.

Inflación golpea remesas. La desaceleración económica y la  inflación están golpeando las remesas que reciben los países de América Latina.

El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)  estima que transferencias de dinero de emigrados bajarían en términos reales en el 2008.

Por primera vez en esta década, las remesas a América Latina y el Caribe caerían en valor debido a una combinación de efectos como la desaceleración económica en los Estados Unidos y España, la inflación y la debilidad del dólar.

De acuerdo a un análisis de recientes  sobre remesas realizado  el FOMIN, los emigrados latinoamericanos y caribeños enviarían unos 67.500 millones de dólares a sus países de origen en 2008, contra unos 66.500 millones de dólares en el 2007.  No obstante, ajustado por inflación, el monto de 2008 valdrá alrededor de 1,7% menos que el monto del año anterior, el primer descenso en el valor de las remesas a la región desde que el FOMIN comenzó a monitorear estos flujos en el 2000. Hasta el 2007, las remesas habían crecido a tasas de dos dígitos anual.

Las nuevas proyecciones se basan en datos mensuales y trimestrales de nueve bancos centrales en países de América Latina que reciben alrededor de 88,5% del total de remesas que llegan a la región. A principios del 2008 el FOMIN había  señalado  que las remesas a México, el país latinoamericano que más dinero recibe de sus emigrados, ya no estaban creciendo, mientras que los flujos a Brasil cayeron en el 2007. Más recientemente, Guatemala y El Salvador han visto reducciones en las remesas.

Remesas superan inversión

A pesar del cambio de tendencia,  las remesas a América Latina y el Caribe  superan en volumen a toda la cooperación externa y la inversión extranjera directa en la región. Las remesas son y seguirán siendo una fuente de ingresos vital para millones de hogares.

En estudios anteriores el FOMIN ha destacado que, a lo largo de esta década, las remesas han demostrado ser más estables que otros flujos de dinero. “Las personas que ya están en el extranjero se adaptarán, buscando nuevos empleos o reduciendo su consumo para poder continuar enviando dinero a sus familias”, según el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.

Pese a alimentar el sistema internacional de apoyo que representan las remesas, millones de emigrantes y sus familias de la región han sido excluidos de los sistemas financieros formales. El FOMIN pretende apoyar el impacto de desarrollo de estos flujos hacia la región abaratando y haciendo más seguras las transferencias de remesas y poniendo los servicios bancarios formales al alcance de aquellas personas que envían y reciben remesas. Esto es especialmente importante para las zonas rurales marginadas que reciben la mayor parte de las remesas y que son el centro de los esfuerzos del programa conjunto entre el FOMIN y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Fuga  cerebros y remesas.  Unos  180 millones de personas viven fuera de su país de origen. El fenómeno es tan común, que ya tiene el nombre de “fuga de cerebros”. La migración internacional es causa y, a su vez, efecto de un mundo interconectado. La gente emigra por numerosos motivos, aunque casi siempre lo hace en búsqueda de una vida mejor para ellos y sus familias. Los emigrantes que no tienen  suficientes recursos financieros, en especial los que no tienen ningún nivel de especialización, tienden a trasladarse a países cercanos. Su nivel educativo es variable, desde personas sin ninguna especialización en particular hasta técnicos y profesionales. La emigración masiva de profesionales calificados puede causar graves consecuencias en los países que dejaron atrás porque sin una mano de obra calificada, es difícil que un país pobre se desarrolle y prospere.

Los «cerebros» se marchan en forma masiva de los países en desarrollo pequeños y pobres, según datos de un informe del Banco Mundial.

La cifra

25  millones. Es la cifra de emigrantes latinoamericanos y caribeños que forman parte de una enorme y creciente diáspora. De éstos, unos 22 millones están en las economías desarrolladas de América del Norte, Europa y Japón, mientras que entre 3 y 5 millones trabajan en países limítrofes de América Latina y  Caribe.

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Impacto remesas

El FOMIN comenzó a estudiar las remesas en el 2000 para medir su magnitud y su impacto económico en América Latina y el Caribe. Sus estudios alentaron la competencia entre proveedores de servicios, que a su vez condujo a una pronunciada caída en los costos de las transferencias de dinero, particularmente entre grandes centros urbanos.

Relación con remesas

Una de cada 10 personas está relacionada con las remesas.

500 millones  personas reciben remesas 

En la actualidad, una de cada 10 personas en el mundo está relacionada directamente con las remesas. Aproximadamente, 125 millones de trabajadores envían dinero para apoyar a 500 millones de familiares que permanecen en su país de origen. Sin embargo, estos enormes flujos de dinero y trabajadores, a pesar de estar a la vista de todos, han pasado inadvertidos durante décadas, según el gerente del FOMIN del BID, Donald F. Terry, quien explica por qué: en primer lugar, quienes envían remesas a América Latina y el Caribe generalmente lo hacen en pequeñas cantidades, lo más habitual es que la remesa sea de 200 a 300 dólares por mes.

En otras partes del mundo, las cantidades mensuales suelen ser mucho menores, a menudo van desde apenas 50 hasta 100 dólares.