Por A. ORTIZ GOMEZ
Pretender que el Estado asuma solo el costo del Sistema de Seguridad Social es un salvajismo, aseguraron ayer los dirigentes sindicales que representan el sector laboral en el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS). Rafael (Pepe) Abreu, Jacobo Ramos, Eugenio Pérez Cepeda y Gabriel del Río Doñé aseguraron que si no se pone en marcha el Sistema Nacional de Seguridad Social, no habrá salud ni para la clase media, ni para algunos ricos, ya que se convertirá en un producto inalcanzable.

«Plantear que el Estado asuma el costo de la Seguridad Social es un salvajismo, sobre todo con las condiciones económicas que tiene el país», sostuvo Pérez Cepeda.

Recordaron que la seguridad social no es una dádiva, sino un sacrificio social y económico de los trabajadores y de los empleadores.

Insistieron que no habrá Seguridad Social sino lo asumen todos los sectores.

Señalaron que si hoy día se está discutiendo la entrada en vigencia del Sistema de Seguridad Social, es porque las protestas de los trabajadores lograron colocar el punto en la agenda nacional.

Del Río Doñé favoreció que sean modificados algunos artículos de la ley 87-01 de Seguridad Social, aunque insistió en que no es necesario modificar la ley para que entre en vigencia el Seguro Familiar de Salud.

Dijo que las Aseguradoras de Riesgos de Salud han acumulado millones, debido al rechazo que hacen de pacientes con enfermedades cuyo tratamiento es costoso.

Indicó que por esa razón las ARS se oponen a que entre en vigencia el SFS, porque entonces ellas serían reguladas por la ley.

El 14 de mayo, los trabajadores quedarían libres de cambiarse para la ARS que consideren de lugar, pero se preguntó cuál es la garantía que tiene la gente de que le puedan dar un servicio completo.

Indicó que actualmente el sistema de salud privado es un gran desorden en donde las reglas del juego no están claras.

Coincidieron en que la ley no se hizo para poner en marcha un plan de pensiones, se hizo para que se implementara un nuevo modelo de salud, al que luego se le agregaría el plan de Pensiones.

Indicaron que hay sectores en la Seguridad Social que sólo les interese el signo de peso, pero el Estado debe cumplir con lo fundamental.

Insistieron en que el Estado debe actuar, porque la impresión que da es que está defendiendo a los empleadores, cuando su papel es defender los más vulnerables. Los sindicalistas dijeron que tiene el poder y las posibilidades de paralizar el país, pero que en este momento creen en el diálogo y la concertación.

SOBRE EL VETO

En lo que concierne al veto, los sindicalistas aseguraron que la mayoría de los temas se caen en el Consejo Nacional de Seguridad Social, porque basta que un sector se oponga y se de curso al derecho al veto.

«Cuando pasa eso, ese punto ya no se discute», dijo Pérez Capote, pero Pepe Abreu, advirtió que se debe ser cuidadosos con la eliminación del derecho al veto, porque en ocasiones ese derecho puede salvar el derecho de las mayorías.

Expresaron que el Gobierno no debe violar la ley por decreto, pero se mostraron de acuerdo que se imponga la voluntad de la mayoría, a quienes debe representar el Estado.

Abreu advirtió que el sector laboral se maneja con mucho cuidado con respecto a despojarse del poder de veto, pues en muchas ocasiones ha salvado el derecho de los trabajadores.

LO DE AMERICA LATINA

Para el sindicalista Pepe Abreu, son las inequidades sociales las que han llevado a la gente de América Latina a replantear su pensamiento. Puso el caso de Bolivia, en donde la oligarquía no sabe si llamarle Evo, o Don Evo Morales al presidente de origen social indígena, de ese país.